TC del Corazón no Benefician a los Pacientes Asintomáticos

Según un estudio reciente, las personas que no presentan síntomas de enfermedad cardíaca, se benefician poco a corto plazo al someterse a un estudio por imágenes para observar la acumulación de placa en los vasos cardíacos.

Si bien las nuevas tecnologías, como la angiografía por tomografía computarizada (TC), son interesantes, en los ensayos clínicos no se ha demostrado su utilidad en los pacientes asintomáticos. Además, la angiografía por TC no es necesaria para recibir el mejor tratamiento y la mejor prevención para la enfermedad cardíaca, comentó el investigador principal, el Dr. John W. McEvoy, un cardiólogo de Johns Hopkins University.

“En los pacientes asintomáticos, si bien en cierta forma tiene sentido querer confirmar o descartar la presencia de enfermedad cardíaca, los estudios realizados hasta ahora no demuestran que el hecho de saber si se padece o no de enfermedad coronaria marque alguna diferencia en cuanto a lo que puede hacerse para cambiar el resultado”, comentó.

Son los pacientes con síntomas como la angina o la falta de aire quienes se benefician con dichos estudios por imágenes y tratamientos agresivos, apuntó McEvoy.

“Si alguien tiene factores de riesgo de enfermedad cardíaca, pero no presenta síntomas, al médico le aportaría más hacer un buen examen físico, levantar el historial del paciente, y evaluar y tratar los factores de riesgo”, comentó.

“Los pacientes y las personas en general tienden a pensar que las tecnologías nuevas y sofisticadas son la mejor prueba a la que pueden someterse para saber si tienen enfermedad cardíaca o no”, expresó. “Sin embargo, no importa si se tiene enfermedad cardíaca leve o no, lo que interesa es si se lleva un buen estilo de vida o no”.

Esto incluye bajar la presión arterial y el colesterol, comer saludablemente, no fumar y mantenerse activo, comenta McEvoy.

El informe fue publicado en la edición en línea del 23 de mayo de Archives of Internal Medicine.

Para el estudio, el grupo de McEvoy reunió datos de 1,000 pacientes sin síntomas de enfermedad cardíaca que se sometieron a una angiografía por TC. Estas personas formaban parte de un programa de evaluación en Corea del Sur.

Los investigadores compararon a estas personas con otro grupo con características similares que no se había sometido a una angiografía por TC.

Ninguno de los pacientes de uno u otro grupo tenía dolor en el pecho ni cualquier otro síntoma de enfermedad cardíaca. Los investigadores apuntaron que estos hombres y mujeres tenían en promedio 50 años de edad. Además, las personas de ambos grupos recibieron consejos para el cuidado estándar sobre la forma de reducir los riesgos de enfermedad cardíaca.

El equipo de McEvoy halló que de las personas que se sometieron a una angiografía por TC, 215 tenían acumulación de placa. Sobre la base de este hallazgo, estos pacientes tenían más probabilidades de recibir tratamiento agresivo.

De hecho, tenían 10 veces más probabilidades de ser sometidos a una prueba de esfuerzo, una exploración de medicina nuclear o un cateterismo cardíaco, en comparación con las personas que no se sometieron a una angiografía por TC, apuntó el grupo de McEvoy.

Además, las personas que presentaban acumulación de placa tenían tres veces más probabilidades de que les recetaran un fármaco para reducir el colesterol, y cuatro veces más probabilidades de estar tomando aspirina para arralar la sangre y evitar la formación de coágulos.

Después de 18 meses, una persona que se sometió a una angiografía por TC desarrolló un dolor en el pecho denominado angina inestable y otra que no se había sometido a dicha prueba falleció de un ataque cardíaco, apuntaron los investigadores del estudio.

McEvoy comentó que 18 meses podrían ser muy poco tiempo para ver si merecía la pena el tratamiento agresivo administrado a los pacientes que se sometieron a una angiografía por TC.

“Usted podría argumentar que si la merecía. Tal vez en el transcurso de entre cinco y 10 años podría haberse visto alguna diferencia. Sin embargo, incluso si se hallara una diferencia, no se sabría con certeza si la angiografía por TC fue la causa de un mejor resultado, porque este ensayo no fue aleatorizado”, comentó. “Este fue un estudio preliminar”.

El Dr. Gregg C. Fonarow, profesor de cardiología de University of California, en Los Angeles, comentó que no se ha demostrado ni comprobado el beneficio de utilizar la angiografía por TC en los pacientes asintomáticos.

“La evaluación del riesgo cardiovascular y la detección no invasiva de la ateroesclerosis en las personas asintomáticas a través de una angiografía por TC ha sido adoptada en la práctica clínica por algunos médicos sin tener pruebas contundentes de que los resultados clínicos mejoren con esta prueba”, comentó.

Si bien la angiografía por TC exploratoria se asoció con un uso moderadamente más alto de la terapia con estatinas y aspirina en aquellas personas con resultados positivos, hubo un aumento de las pruebas sin base en las directrices y de otros procedimientos sin que hubiera diferencia alguna en los resultados para aquellas personas sometidas a una angiografía por TC exploratoria, en comparación con aquellas que no se sometieron a esta, comentó Fonarow.

“El uso de la angiografía por TC en las personas asintomáticas puede exponer a los pacientes a radiación potencialmente innecesaria, y conducir a pruebas adicionales sin base en las directrices y a procedimientos de revascularización. Además, todavía está por demostrarse si mejora los resultados clínicos”, agregó.

FUENTES: John W. McEvoy, M.B., cardiólogo de Johns Hopkins University, Baltimore; Gregg C. Fonarow, M.D., profesor de cardiología de University of California, Los Ángeles; edición en línea del 23 de mayo de 2011 de Archives of Internal Medicine

HealthDay

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