Medicamentos para retrasar el Parto Prematuro

El mayor estudio de su tipo ha hallado que el sulfato de magnesio, el medicamento utilizado tradicionalmente para retrasar un parto prematuro, tiene más efectos secundarios que la nifedipina, un tratamiento más nuevo.

La efectividad fue casi equivalente, lo que sugiere que la nifedipina es una alternativa viable al medicamento más antiguo.

“Está bien usar nifedipina”; aseguró la Dra. Deirdre Lyell, autora del estudio y profesora asistente de ginecoobstetricia de la facultad de medicina de la Universidad de Stanford. “Los médicos han tenido sus preocupaciones. Se han sentido más cómodos con el sulfato de magnesio, pero se puede estar cómodo con la nifedipina también, además de que tiene beneficios adicionales”.

“La mayoría de los médicos ha estado usando sulfato de magnesio. La nifedipina es un medicamento nuevo, por lo que están tratando de hacer que la gente se sienta más cómoda con la idea de usar un medicamento alternativo al sulfato de magnesio”, agregó la Dra. Jennifer Wu, ginecoobstetra del Hospital Lenox Hill de la ciudad de Nueva York.

El parto prematuro se define como su inicio antes de la semana 37 de gestación. Si no es posible prevenir el parto prematuro, los médicos intentan retrasarlo durante al menos 48 horas para poder trasladar a la madre a un centro médico apropiado y preparar el feto para el alumbramiento.

Alrededor del 12.3 por ciento de los nacimientos de los EE.UU. son prematuros, un índice que continúa aumentando.

Los tratamientos conocidos como tocolíticos, como el sulfato de magnesio y la nifedipina, parecen relajar los músculos del útero y detienen los cambios en el cuello uterino que conducen al parto. No ha sido claro, sin embargo, cuál es superior. La nifedipina es un medicamento antihipertensivo.

Muchos médicos se han sentido más cómodos con el sulfato de magnesio, en parte porque es lo que se les entrenó a utilizar y con lo que están familiarizados, aseguró Lyell.

En el estudio, que aparece publicado en la edición de julio de Obstetrics & Gynecology, participaron 192 mujeres de parto prematuro que se asignaron aleatoriamente para que recibieran sulfato de magnesio (por vía intravenosa) o nifedipina (por vía oral).

El sulfato de magnesio fue más efectivo para prevenir el parto durante 48 horas sin contracciones uterinas pero no más efectivo en otrosresultados, como la hora real del parto.

“Especulan que la nifedipina podría funcionar de otra manera, que haría que las contracciones fueran menos efectivas”, aseguró Wu. “El sulfato de magnesio parece calmar las contracciones”.

Fue más probable que los recién nacidos cuyas madres recibieron sulfato de magnesio fueran ingresos a la unidad de cuidados intensivos neonatales, aunque las razones para esto no están claras.

De todos modos, las dos terceras partes de las mujeres que recibieron sulfato de magnesio experimentaron efectos secundarios entre leves y graves, como falta de aliento o acumulación de fluido en los pulmones.

Sólo la tercera parte de las que recibieron nifedipina experimentaron efectos secundarios, como dolores de cabeza.

“Cuando se está pensando en medicar, es necesario tener en cuenta los riesgos y, ciertamente, hay más efectos secundarios leves y graves con el sulfato de magnesio”, apuntó Wu. “Uno de los grandes riesgos es el fluido en los pulmones, que puede ser bastante serio.

La nifedipina parece tener menos efectos secundarios, pero necesitamos asegurarnos de que la presión arterial de la paciente esté relativamente estable. Si la presión se reduce demasiado rápidamente, la paciente puede sufrir un ataque cardiaco, aunque la mayoría de las mujeres embarazadas que están en trabajo de parto no tienen problemas de presión arterial”, agregó Wu.

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