Metodologías para el Logro de Adaptaciones: Recomendaciones de Actividad Física y Prescripción del Ejercicio

Cuando una persona realiza actividad física regularmente, es porque ha optado por una opción de que incluye un estilo de vida activo en sus labores cotidianas, no existe por lo tanto una metodología específica, o un lugar para su realización.

Según el ACSM los individuos se pueden clasificar como aparentemente sanos, cuando tienen una capacidad funcional promedio para el sedentario o el acondicionado (tabla 3).

La metodología que se requiere aplicar a estos individuos es la prescripción del ejercicio y el proceso se denomina acondicionamiento.

Cuando el sujeto tiene una capacidad funcional superior a la del individuo acondicionado se denomina deportista y se debe aplicar la metodología del entrenamiento deportivo.

Tabla 3. Clasificación de los procesos de acuerdo con el nivel de potencia aeróbica medida por el VO2 pico*. Son valores promedio, para hallar recomendaciones individuales por percentiles y grupos de edad, se remite a la referencia 1.
CLASIFICACIÓN Valor* ml/kg/min Intervención Proceso
  Hombre Mujer  
Intolerancia al ejercicio
“Border line”
Sedentario
Acondicionado
Entrenado Deportista
<25
25-35
35-40
40-45
>45
<20
20-30
30-37
37-42
>42
Rehabilitación (RHB)
?
Prescripción
del ejercicio
Entrenamiento
RHB/Involución
?
Acondicionamiento
Desacondicionamiento
Desentrenamiento

 

Los individuos con capacidad funcional inferior a la del sedentario, ya han perdido parte de sus reservas funcionales por el influjo negativo de factores lesivos derivados de los malos hábitos de vida o de enfermedades crónicas, a estos ya se les denomina pacientes, tienen intolerancia al ejercicio demostrable en algún grado y la metodología que se aplica es la rehabilitación para al menos detener el proceso de deterioro y mejorar la capacidad funcional.

Riesgo Beneficio de la Actividad Física

Para saber cuanta Actividad Física es suficiente, se debe tener en cuenta el objetivo del individuo, ya sea salud o incremento del fitness.

En la gráfica 2 se muestra la curva dosis respuesta de la cantidad de Actividad Física (12,14,24).

Las recomendaciones de Actividad Física han venido evolucionando en la medida que se ha acumulado evidencia científica sobre cuanto ejercicio hay que hacer para lograr beneficios (24). La tabla 4 compara la evolución de estas recomendaciones.

En la determinación de la cantidad de ejercicio necesaria, es importante el concepto de eficiencia, para buscar el punto donde se puede obtener el mejor beneficio sin aumentar los riesgos.

En la curva a se muestran los beneficios en salud, nótese como con bajas cantidades de ejercicio los logros en salud son significativos, sin embargo los beneficios en fitness son muy pocos (curva b).

Curva de beneficios del ejercicio

Tabla 4. Recomendaciones de Actividad Física.
VARIABLE Anterior Actual
Tipo de Actividad Aeróbico Actividades Físicas Cotidianas y Recreativas
Intensidad 50-85% de la FC reserva Intensidad moderada, no  necesariamente vigorosa
Duración 20 a 60 minutos 30 minutos, no necesariamente continuo
Frecuencia 3 – 5 días por semana La mayoría de los días de  la semana (Todos)

 

Cuando se incrementa la cantidad de ejercicio se evidencia un comienzo en la mejoría del fitness cada vez mayor, sin embargo cuando se realiza mas ejercicio comienza a incrementar dramáticamente la probabilidad de lesión o complicaciones (curva c).

Por lo tanto hay una zona óptima para obtener el máximo de beneficio, de acuerdo con el interés de cada paciente.

Por Qué La Actividad Física?

Frecuentemente se asocia la Actividad Física y el ejercicio con la administración de un medicamento, por tratarse de una acción curativa mediada por un procedimiento que tiene una dosis, frecuencia y duración, semejante a un tratamiento estándar.

Esta concepción simplista es errónea desde su origen; el ejercicio en si no es curativo, la explicación se remonta desde la evolución de la especie humana.

Si tomamos como la historia reciente de la evolución los últimos 4 millones de años, desde la aparición de los primeros homínidos podemos entender el proceso.

Hemos sido unos recolectores, nómadas y cazadores la inmensa mayoría del tiempo de nuestra evolución, de manera que todos los sistemas de regulación han desarrollado puntos de ajuste o “set point” para las variables fisiológicas en condiciones de hipermetabolismo o Actividad Física.

El control metabólico, la presión arterial, la composición corporal y los parámetros funcionales son regulados adecuadamente en individuos activos físicamente.

Durante los últimos 100 años nuestra especie se ha sometido a condiciones no fisiológicas de sedentarismo, lo que corresponde a menos del 0.000001% del tiempo de evolución, por lo que no hemos desarrollado nuevos puntos de ajuste para condiciones de sedentarismo, aparece entonces resistencia a la insulina, se eleva la presión arterial, el metabolismo lipídico pierde su balance, se acumula gran cantidad de grasa con predominio intra abdominal y los factores reológicos dependientes de endotelio, como el factor tisular activador del plasminógeno (t.PA) y su inhibidor (PAI) se alteran entre otros.

La consecuencia es la aparición de enfermedades crónicas, que ven acelerada su evolución gracias a hábitos de vida no saludables también derivados de las condiciones de vida moderna, como el tabaquismo y la alimentación inadecuada.

Hemos sometido la especie a un experimento ciego y sin grupo control, que no sabemos bien donde terminará.

Cuando un individuo comienza a realizar Actividad Física de manera regular:

Permite que sus sistemas de control funcionen adecuadamente dentro de los rangos establecidos por la evolución con puntos de ajuste adecuados, de manera que los propios mecanismos de regulación comienzan a reducir las cifras de presión arterial, desaparece el hiperinsulinismo por aumento de la sensibilidad a la insulina, el gasto calórico permite reducción del sobrepeso, los factores reológicos se normalizan, el metabolismo lipídico adquiere un adecuado balance incrementando el HDL y reduciendo los LDL y aumenta la cantidad de tejido magro metabólicamente activo (13,17).

Entonces los procesos de las enfermedades crónicas se detienen o revierten, porque los propios mecanismos regulatorios al funcionar adecuadamente limitan de manera multifactorial la evolución de la enfermedad, de manera que su historia natural se ve afectada y lógicamente el perfil epidemiológico se modifica a favor de mayor cantidad y calidad de vida, por menor morbilidad derivada de los hábitos de vida no saludables.

Sedentarismo como Factor de Riesgo

Los factores de riesgo que actualmente llenan criterios de causalidad son la diabetes mellitus, la dislipidemia el tabaquismo y la hipertensión (4).

De acuerdo con el American College of Sports Medicine (ACSM), los factores de riesgo condicionales son los niveles de triglicéridos, la lipoproteína (a), homocisteína, el fibrinógeno, el t-PA, PAI y la proteína C reactiva.

Estos factores condicionales no tienen causalidad pero se asocian con un elevado riesgo de mortalidad en estudios prospectivos.

Los factores de riesgo predisponentes, que actúan de una forma no independiente sino multifactorial son la obesidad, el sedentarismo, factores del comportamiento, socioeconómicos, raza, sexo masculino, estado posmenopáusico e historia familiar de enfermedad coronaria precoz.

Como el sedentarismo actúa simultáneamente sobre múltiples órganos y sistemas, no se puede aislar un mecanismo preciso y directo a través del cual el ejercicio mejora el perfil epidemiológico, de hecho el ejercicio actúa interactuando sobre otros factores de riesgo y de manera compleja, por lo que no se considera causal, así las cifras demuestren estadísticamente que es una estrategia altamente efectiva.

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