Adiós a la hipoglicemia funcional

Hipoglicemia funcional

La clasificación de las hipoglicemias se basó tradicionalmente en aquellas que aparecen en ayunas- generalmente de tipo orgánico-. Y otras que eran generadas por las comidas, que se llamaban con frecuencia funcionales.

Las hipoglicemias post-prandiales se habían clasificado en tres tipos. Unas de tipo vagotónico, asociadas a estrés, que eran las reactivas. Otras que se ven en los inicios de la diabetes o en las intolerancia a la glucosa. Y finalmente las asociadas con el síndrome del dumping gástrico, en pacientes gastrectomizados.

Básicamente se trataba de hipoglicemias que sólo producían manifestaciones de tipo adrenérgico, y no neuroglucopénico. Y se manejaban con medidas dietéticas, donde se fraccionaban las comidas y se eliminaban los azúcares refinados por completo.

De los años setenta a los noventa, este diagnóstico se hizo tan frecuentemente que se convirtió en una verdadera epidemia. Y en una fuente de ingresos para endocrinólogos y para uno que otro neurólogo que hacía controles con electroencefalogramas.

Esta facilidad con que se hacían los diagnósticos de hipoglicemia funcional generó preocupación en la Asociación Americana de Diabetes. Que expidió unas guías para que el diagnóstico tuviese una base más creíble.

Otro factor que contribuyó a la epidemia fue la popularidad –y la sobre interpretación- de las curvas de tolerancia a la glucosa de cinco horas. Prueba que está hoy en desuso. En la experiencia del Editor, la supuesta hipoglicemia durante la curva frecuentemente no coincidía con los síntomas. O si estos se presentaban, no coincidían con una hipoglicemia.

Sin embargo, logramos coleccionar un buen número de casos muy sugestivos del cuadro, pero sin las mediciones hormonales correspondientes. Los individuos normalmente no comen glucosa sino una comida mixta que también contiene proteínas.

Por esta razón se hicieron estudios con este tipo de alimentos. Midiéndose insulinemia y hormonas contra-reguladoras –como niveles de catecolaminas- sin poderse observar una patología clara.

Por otro lado era casi imposible documentar niveles bajos de glicemia en pacientes, en el momento de los síntomas. Así pues que se concluyó que no hay verdaderos trastornos hipoglicémicos caracterizados exclusivamente por manifestaciones autonómicas.

Es decir, sin manifestaciones neuroglucopénicas. De manera que se ha resuelto denominar el cuadro como el síndrome post-prandial idiopático, creemos relacionado de alguna manera con episodios de estrés.

Service F.J. Hypoglycemic Disorders. N Engl J Med 1995; 332:1144-1152

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