Reducir el Consumo de sal, disminuye el Riesgo de Enfermedad Cardiaca

Reducir la cantidad de sal de su dieta puede disminuir su riesgo para desarrollar enfermedad cardiaca en 25 por ciento, y el riesgo de morir a causa de enfermedad cardiaca en 20 por ciento, informan los investigadores.

“El consumo de sodio en la dieta de los estadounidenses es excesivamente alto”, apuntó la investigadora principal Nancy Cook, profesora asociada de medicina en la Facultad de medicina de Harvard. “Nuestro estudio sugiere que reducir el nivel de sal en la dieta podría conducir a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular”.

Se sabe que el sodio afecta los niveles de la presión sanguínea, sobre todo en personas hipertensas, dijo Cook. “Está demostrado que reducir el consumo de sodio en los individuos hipertensos disminuye su presión arterial”, destacó. “Ahora parece que reducir el sodio también tiene un efecto sobre la enfermedad cardiovascular”.

En el estudio, el grupo de Cook examinó las personas que participaron en dos ensayos que se llevaron a cabo en los años 90 y que analizaron el efecto del consumo reducido de sal sobre la presión arterial. Todos los participantes tenían una presión arterial “alta normal” (a veces conocido como “prehipertensión”) y estaban en mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca.

En el primer ensayo participaron 744 personas, y en el segundo 2,382. Los participantes de ambos ensayos redujeron su consumo de sal entre 25 y 35 por ciento, aproximadamente. Cada ensayo también contó con un grupo de control que no redujo el consumo de sal.

Los investigadores hallaron que los que habían reducido su ingesta de sal eran 25 por ciento menos propensos a desarrollar enfermedad cardiovascular entre 10 y 15 años después de haber finalizado los ensayos. Hubo también una tasa de mortalidad por enfermedad cardiovascular 20 por ciento más baja entre los que redujeron su consumo de sal.

Los resultados del estudio aparecen en la edición del 21 de abril del British Medical Journal. Una experta cree que este estudio argumenta con éxito la reducción de la ingesta de sal.

“Por fin, una nueva afirmación de que la sal podría ser más dañina de lo que su uso de manera casual o abuso justifica”, exclamó la Dra. Christine Gerbstadt, vocera de la American Dietetic Association. “El péndulo podría pronto inclinarse hacia directrices más estrictas para la ingesta de sodio si este estudio se confirma en otra investigación de rigor similar en cuanto al diseño y resultados”.

“Un consumo prudente de sodio se logra al evitar los alimentos salados, curados con sal y ahumados como embutidos, hot dogs, jamón, aceitunas, conservas y alimentos enlatados salados regulares así como otros alimentos preparados, que a menudo contienen más sal que la comida hecha en casa”, recomendó Gerbstadt.

El Dr. David Katz, director del Centro de investigación preventiva de la Facultad de medicina de la Universidad de Yale, señaló que “nuestras fuentes de alimentos hacen que realizar reducciones significativas en la ingesta de sal sea prácticamente imposible para la mayoría de personas.

La sal que añadimos a nuestra comida contribuye mucho menos a la mayoría de las dietas que la sal que se procesa en los alimentos. Aun los alimentos que nunca calificaríamos como salados, como los cereales del desayuno, las galletas e incluso algunos refrescos, contienen a menudo cantidades abundantes de sodio”.

Este nuevo estudio sugiere el beneficio potencial que conseguiríamos con una una reducción generalizada de la sal, apuntó Katz. “Pero el consejo para reducir el consumo de sal no puede hacer mucho más. “Para que los beneficios que subraya este trabajo se manifiesten en la población es necesario modificar el suministro de alimentos, de manera que comer con menos sal exija mucho menos trabajo”, señaló.

HealthDay

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