Pocos Anestesiólogos Monitorizan una Señal Cardiaca Clave

Durante las cirugías de alto riesgo, apenas alrededor de un tercio de los anestesiólogos miden el flujo de oxígeno en el organismo de sus pacientes, aunque esta función cardiaca puede afectar la recuperación de forma significativa, según una encuesta reciente.

Investigadores de Ámsterdam encuestaron a 463 anestesiólogos europeos y estadounidenses, y encontraron que 95 por ciento sabían que era críticamente importante que suficiente oxígeno alcance todas las partes del cuerpo de un paciente durante una cirugía de alto riesgo, pero solo 35 por ciento en realidad monitorizaban el rendimiento cardiaco de sus pacientes.

“Si no se mide el rendimiento cardiaco no hay forma de saber si el oxígeno llega adecuadamente a los tejidos o no”, dijo en un comunicado de prensa del Congreso Europeo de Anestesiología el autor líder del estudio, el Dr. Maxime Cannesson, profesor asociado de anestesiología de la Universidad de California en Irvine.

Alrededor de treinta millones de pacientes de todo el mundo se someten a cirugías de alto riesgo cada año, según el comunicado de prensa.

Los anestesiólogos encuestados dijeron que no vigilaban el rendimiento cardiaco sobre todo porque el procedimiento era demasiado invasivo, o que usaban otros métodos para monitorizar el rendimiento cardiaco.

En respuesta, los autores del estudio apuntaron que la monitorización del rendimiento cardiaco es menos invasivo que antes, y que los medios alternativos de monitorizar el rendimiento cardiaco, como las variaciones en la presión del pulso, son un sustituto ineficaz.

El estudio, que fue presentado el domingo en el Congreso Europeo de Anestesiología en Ámsterdam, señaló que investigaciones anteriores han mostrado que cuando los anestesiólogos miden y fijan metas para el rendimiento cardiaco durante la cirugía de alto riesgo, las tasas de supervivencia aumentan y el número de complicaciones se reduce. Los pacientes quirúrgicos también pueden volver antes a casa.

“La idea es muy sencilla. dado que el oxígeno es de gran importancia para el cuerpo cuando éste experimenta estrés, como en una cirugía de alto riesgo, parece lógico que fijar metas para maximizar la administración de oxígeno a los tejidos mejoraría la atención de los pacientes”, planteó Cannesson. “Si las células y tejidos no reciben oxígeno durante la cirugía, producirán toxinas, que eventualmente empeorarán la situación y aumentarán las complicaciones postquirúrgicas como la infección, la insuficiencia renal, la neumonía y otras cosas”, añadió.

Según sus hallazgos, los autores del estudio hicieron un llamado por la creación de directrices nacionales e internacionales para asegurar que la monitorización del rendimiento cardiaco se lleve a cabo durante y después de todas las cirugías de alto riesgo.

Las investigaciones presentadas en las reuniones médicas se consideran preliminares hasta que se publican en una revista médica revisada por colegas.

FUENTE: European Anaesthesiology Congress, news release, June 12, 2011

HealthDay

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