Pista sobre la Causa de las Convulsiones Epilépticas

La interacción entre los glóbulos blancos del sistema inmunitario y los vasos sanguíneos podrían contribuir a las convulsiones epilépticas, sugiere una investigación reciente.

Si resulta ser así, tales interacciones podrían ser un objetivo para nuevos tratamiento o incluso medidas preventivas para la epilepsia, apuntaron investigadores que informan en la edición del 23 de noviembre de la revista Nature Medicine.

“Esto abre una ventana a un mecanismo que en realidad no habíamos visto de esta manera”, apuntó el Dr. Robert A. Gross, director del Centro Strong de Epilepsia del Centro médico de la Universidad de Rochester y subeditor de la revista Neurology. “Pero no estoy seguro de que nos lleva exactamente al punto en que debemos estar con el tratamiento humano”.

La epilepsia afecta a alrededor del uno por ciento de la población del mundo. Sin embargo, sus causas y mecanismos no son bien comprendidos. La epilepsia sigue siendo un considerable misterio médico y un experto externo señaló que esta revelación podría resultar un camino productivo, o tal vez no.

El trastorno hace que una persona sufra convulsiones debido a un aumento de la actividad eléctrica que afecta a partes del cerebro. Las convulsiones pueden manifestarse de distintas formas.

Entre el 60 y el 70 por ciento de todas las personas que sufren epilepsia responden bien a un solo medicamento, apuntó Gross. Otras pueden responder a un dispositivo o cirugía.

“Tenemos otros medios, pero claramente necesitamos otros fármacos y potencialmente varios distintos”, aseguró Gross.

Investigaciones recientes han sugerido que la activación del sistema inmunitario en el cerebro, y los procesos inflamatorios resultantes, podrían tener que ver con la epilepsia.

Estos investigadores, de la Universidad de Verona en Italia, demostraron que en ratones las convulsiones causaban que moléculas de “adhesión” en los vasos sanguíneos del cerebro se adhirieran a los glóbulos blancos conocidos como leucocitos.

La interrupción de esta interacción reducía las convulsiones.

Las convulsiones también rompían la barrera hematoencefálica, que mantiene varias moléculas fuera del cerebro.

Cuando los investigadores interfirieron con la vinculación entre leucocitos y vasos sanguíneos, el “escape” cerebral se detuvo.

Además, había más leucocitos en los cerebros de personas con epilepsia, en comparación con los individuos sanos. Como siempre sucede con los modelos animales, hay dudas sobre qué tan bien los hallazgos se extienden para aplicarse en los humanos.

“¿Qué tanto puede generalizarse esto?”, planteó Gross.

HealthDay

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *