Directrices para el Tratamiento de la Artritis Reumatoide

El American College of Rheumatology ha creado nuevas recomendaciones para el uso de antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD, por su sigla en inglés) en el tratamiento de la artritis reumatoide (AR).

Las recomendaciones sobre el uso de los DMARD biológicos y no biológicos en la artritis reumatoide aborda cinco áreas claves: indicaciones para el uso; monitorización de efectos secundarios; evaluación de la respuesta clínica; exploración de la tuberculosis (un factor de riesgo asociado con los DMARD biológicos); y bajo ciertas circunstancias (por ejemplo actividad elevada de la enfermedad) el papel de los costos y la preferencia del paciente en la elección de los agentes biológicos.

Las recomendaciones, publicadas en la edición de junio de la revista Arthritis Care & Research, también toman en cuenta la duración, gravedad y pronóstico de la artritis reumatoide.

“Estas recomendaciones fueron elaboradas por especialistas clínicos familiarizados con la evaluación de la actividad y gravedad de la artritis reumatoide”, aclaró en una declaración preparada el colíder del proyecto, el Dr. Kenneth Saag, profesor de medicina y epidemiología de la Universidad de Alabama en Birmingham.

“La aplicación de estas recomendaciones a la práctica clínica requiere evaluar al paciente de manera individualizada y tomar decisiones clínicas. No se tiene la intención de que las recomendaciones desarrolladas se usen como ‘libro de recetas’ o de manera prescriptiva, ni pretenden limitar el juicio clínico de un médico, sino que ofrecen lineamientos basados en evidencia clínica y en las aportaciones del panel de expertos”, apuntó Saag.

Entre estas recomendaciones se encuentran:

  • La terapia de metotrexato o leflunomida se recomienda para la mayoría de pacientes de artritis reumatoide.
  • Se respalda el uso de metotrexato más hidroxicloroquina en pacientes con una actividad entre moderada y alta de la enfermedad.
  • La triple combinación DMARD de metotrexato, hidroxicloroquina y sulfasalazina para pacientes con un mal pronóstico y con niveles de actividad entre altos y moderados de la enfermedad.
  • Recetar los agentes anti FNT etanercept, infliximab o adalimumab junto con metotrexato en la artritis reumatoide inicial (de menos de tres meses) sólo para pacientes con una actividad alta de la enfermedad que no hayan recibido los DMARD. En los casos de artritis reumatoide de duración intermedia y larga, se recomiendan los agentes anti FNT para pacientes que han respondido adecuadamente a la terapia de metotrexato.
  • Reservar la proteína de fusión abatacept y el anticuerpo de los linfocitos B rituximab para los pacientes que tienen tanto una actividad moderada de la enfermedad como un mal pronóstico y que han respondido de manera inadecuada al metotrexato combinado con o a la administración secuencial de otros DMARD no biológicos.
  • Evitar el comienzo o reanudación del tratamiento con metotrexato, leflunomida o agentes biológicos en pacientes con infección bacteriana activa, infección viral por herpes zoster activo, tuberculosis activa o latente, y hepatitis B o C crónica o aguda.
  • No recetar agentes anti FNT a pacientes con historial de insuficiencia cardiaca, historial de linfoma, con esclerosis múltiple o trastornos de desmielinización.
  • Evitar el comienzo o reanudación del tratamiento con metotrexato, leflunomida o minociclina para las pacientes de artritis reumatoide que planeen quedar embarazadas, así como durante el embarazo y la lactancia materna.

“Estas recomendaciones son extensas pero no integrales, así que se actualizarán regularmente para reflejar el rápido crecimiento de la evidencia científica en esta área junto con cambios en los patrones de la práctica en reumatología”, señaló Saag.

HealthDay

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