Detectar una Posible Depresión Posparto

Tres preguntas sencillas resultaron tan buenas como la evaluación convencional para identificar la depresión posparto potencial entre madres recientes.

“La depresión posparto está subdiagnosticada”, afirmó el Dr. Adam Aponte, pediatra y director asociado de reclutamiento y retención de la Escuela de medicina Mount Sinai de la ciudad de Nueva York. “Encontramos que mientras menos preguntas, mejor. Abre la puerta para el diálogo sobre cómo se siente la madre. Lo último que se quiere es una madre deprimida. Se trata de una prueba importante”.

Aponte no participó en el estudio, que aparece en la edición de septiembre de la revista Pediatrics.

Según la información de respaldo del estudio, la depresión posparto es el problema más común al que se enfrentan las nuevas mamás. La afección se caracteriza por altos niveles de ansiedad, pero no se evalúa rutinariamente debido a falta de tiempo y otros impedimentos.

Los investigadores dirigen el Programa de maternidad de adolescentes de Colorado (CAMP, por su sigla en inglés) para madres jóvenes y sus hijos, en Denver. El centro, que tiene servicios tanto previos como posteriores al nacimiento, ofreció una oportunidad única para dar seguimiento a las nuevas madres. La Dra. Catherine Stevens-Simon, autora principal del estudio, fundó CAMP y lo dirigió entre 1991 y 2006. Falleció en noviembre de 2007.

Para el estudio, 199 madres de entre 14 y 26 años de edad completaron la Escala de depresión posparto de Edimburgo estándar en consultas de rutina para sus hijos durante los primeros seis meses después del nacimiento.

Luego, las mujeres completaron tres versiones más cortas de la escala.

Una subescala de tres ítems de la Escala de depresión posparto de Edimburgo resultó ser una mejor herramienta de valuación que otras dos formas abreviadas que son casi iguales que el Cuestionario de salud del paciente comúnmente usado.

Para esta subescala, se pidió a las nuevas madres que contestaran “Sí, la mayor parte del tiempo”, “Sí, parte del tiempo”, “No, no con mucha frecuencia” o “No, nunca” a las siguientes afirmaciones:

  • Me he culpado innecesariamente cuando las cosas han salido mal.
  • He sentido miedo o pánico sin tener una buena razón.
  • He estado ansiosa o preocupada sin una buena razón.

“Elegimos estas tres preguntas porque otros estudios han sugerido que la depresión posparto tiene un gran componente de ansiedad, y esas tres preguntas se relacionan específicamente con la ansiedad”, apuntó la coautora del estudio, Jeanelle Sheeder, profesora principal de pediatría de la Universidad de Colorado en Denver. “Probablemente esa subescala resulte razonable también en otras poblaciones, porque en general gran parte de la depresión posparto se relaciona con esa sensación de no saber qué hacer y sentirse asustada o con pánico”.

La subescala identificó al 16 por ciento más madres deprimidas que el cuestionario original de mayor longitud.

“La belleza de las tres preguntas es que nos ayudan a detectar lo que le pasa a la paciente, para poder investigar más”, señaló Aponte.

HealthDay

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