Causa Fisiológica de los Bochornos

Pregunta 1 (Causa Fisiológica de los Bochornos)

Una mujer de 52 años de edad presentó su último período menstrual hace 15 meses. Actualmente presenta bochornos caracterizados por diaforesis profusa y enrojecimiento facial. Los síntomas ocurren con mayor frecuencia durante la noche, dando lugar a que deba cambiar las ropas de cama dos veces por noche.

También ocurre a veces durante el día mientras se encuentra en su trabajo, cosa que la paciente encuentra muy embarazosa. ¿Cuál de las siguientes respuestas fisiológicas podría ser la causa de estos síntomas?

A. Disfunción térmica central
b. Vasoconstricción periférica
c. Aumento de la temperatura basal.
D. Secreción pulsátil de hormona luteinizante.

Comentarios:

El rubor y la sudoración súbitos, es decir, los bochornos, son los síntomas más comunes y característicos de la menopausia, comunicándose su ocurrencia en hasta tres cuartos de las mujeres menopáusicas. El inicio de los síntomas puede ser sutil, pero tienden a intensificarse a medida que la función ovárica declina durante el curso del climaterio.

En algunas mujeres, los síntomas vasomotores comienzan a ocurrir mientras los ciclos menstruales todavía son regulares, mientras que otras los presentan cuando los períodos se vuelven irregulares o cuando han cesado completamente. Los síntomas pueden persistir entre varios meses y algunos años.

Los síntomas vasomotores se observan tanto con la menopausia natural como con la quirúrgica; las concentraciones plasmáticas de estradiol después de la ooforectomía previa a la menopausia son similares a las observadas después de la menopausia natural. Aunque la severidad y frecuencia de los síntomas vasomotores son individualmente muy variables entre pacientes, pueden ser sumamante molestas.

En algunos casos, los bochornos pueden afectar enormemente la calidad de la vida. Estos episodios pueden ser física y emocionalmente agotadores y pueden interferir seriamente con el trabajo, la vida familiar y las relaciones sociales.

No es posible prever qué pacientes están dispuestas a los bochornos, pero se ha descubierto que las asintomáticas presentan un peso corporal medio mayor y un porcentaje mayor del peso corporal ideal, así como concentraciones mayores de estrógeno circulan total. Puede ser que las mujeres más delgadas presenten más síntomas porque su producción periférica de estrógenos en tejidos adiposos es menor.

Los síntomas vasomotores de la menopausia:

Parecen atribuirse a una disfunción del centro termorregulador cerebral, situado en el hipotálamo con un ajuste súbito descendente del termostato hipotalámico. Los cambios fisiológicos que acompañan a esta disfunción térmica central menopáusica incluyen vasodilatación periférica cutánea, reducción de la temperatura corporal basal, aumento del pulso y sudoración. No hay cambio en la presión arterial ni en el ritmo cardíaco.

Los cambios fisiológicos de la diaforesis y vasoconstricción son el resultado de funciones simpáticas periféricas diferentes: las fibras coligicas simpáticas excitan a las glándulas sudoríparas, mientras que las neuronas alfaadrenergitónicas controlan la vasoconstricción periférica. Ambas respuestas reducen la temperatura, las mujeres responden al inicio de los bochornos tratando de refrescarse abriendo ventanas y puertas o sacándose las ropas en exceso, aunque no haya habido un aumento real en la temperatura basal.

La ocurrencia de síntomas vasomotores se relaciona con la liberación pulsátil de hormonas luteinizante (LH) desde la hipófisis, aunque no ha establecido su correlación con la liberación temporal del pulso de LH con los síntomas vasomotores sugiere que la liberación de LH puede desencadenar una disfunción termorreguladora.

Sin embargo, ni la LH ni la mayor actividad hipofisiaria son responsables de los bochornos, ya que estos síntomas también pueden ocurrir en pacientes que han sido sometidas a hipofisectomía quirúrgica, que tienen concentraciones bajas de gonadotropina y que no presentan una liberación pulsátil de LH.

(Lea También: Síntomas de la Menopausia)

Bibliografía

  • 1. Casper RF y Col. Menopausal flushes: a neuroendocrine link with pulsatile luteinizing hormone secretion. Science 1979; 205: 823-825.
  • 2. Chakravarti S, Collins WP, Newton JR y Col. Endocrine changes and Symptomatology after oophorectomy in premenopausal women. Br J Obstet Gynaecol 1977; 84: 769-775.
  • 3. Erlik Y, Meldrum DR. Judd HL. Estrogen levels in postmenopausal women with hot flushes. Obstet Gynecol 1982; 59(4): 403-407.
  • 4. Kronenberg F. Downey JA. Thermoregulatory physiology of menopausal hot flashes: a review. Can J Physiol Pharmacol 1987; 65: 1312-1324.
  • 5. Molnar GW. Investigation of hot flashes by ambulatory monitoring. Am J Physiology 1979; 237: R306-R310.
  • 6. Mulley G y Col. Hot flashes after hypophysectomy. BMJ 1977; 2: 1062.
  • 7. Sturdee DW y Col. Physiological aspects pof menopausal bot flush. BMJ 1978; 2: 79-80.
  • 8. Tataryn IV y Col. Objective techniques for the assessment of postmenopausal hot flashes. Obstet Gynecol 1981; 57: 340-344.

Pregunta 2 (Manejo de los Bochornos)

Una mujer de 46 años de edad informa que no ha presentado cuatro períodos menstruales durante el último año. Ha notado bochornos intermitentes, que cada vez en cuando son intensos.

Busca consejos con respecto al manejo no farmacológico de sus síntomas vasomotores. ¿Cuáles de los siguientes podría ser el consejo más acertado?

A. Evitar el chocolate
b. Mantener un ambiente más cálido
c. Mantener un ambiente más fresco
d. Evitar sobrecalentarse durante el ejercicio.

Comentarios:

Los bochornos con frecuencia ocurren espontáneamente, sin que se pueda observar un factor desencadenante; en particular, tienden a ser más frecuentes e intensos por la noche. Aún así, algunas mujeres comunican factores precipitantes específicos, entre ellos el estrés psicológico; el tiempo cálido y húmedo: un espacio confinado; la ingestión de cafeína, alcohol y comidas picantes, aunque ninguno de ellos ha sido evaluado sistemáticamente, no se sabe qué papel desempeñarían otros factores como los genéticos, la dieta y el ejercicio en la ocurrencia de síntomas vasomotores.

Cualquiera que sea la causa precipitante, se ha establecido claramente que la terapia se reemplazo de estrógenos resolverá los síntomas vasomotores debidos a la deficiencia menopáusica de estrógeno. Sin embargo, algunas mujeres no pueden o han decidido no usar tratamientos farmacológicos.

Tales mujeres tal vez se beneficien de la recomendación de mantener un ambiente más fresco, ya que hay evidencia de que una reducción en la temperatura ambiente puede ayudar a reducir la ocurrencia de bochornos, especialmente durante el sueño. Los estudios bajo condiciones de temperatura controlada demostraron que en un ambiente fresco (19° C), las mujeres presentan significativamente menos bochornos y éstos son menos intensos que en un ambiente cálido (31° C) (Figura 2.1).

Dados estos hallazgos, también se puede aconsejar a las mujeres que presentan bochornos que usen ropas en capas, que puedan quitarse y reemplazarse con facilidad, y que eviten las ropas muy calientes.

Figura 2.1 Variación de los bochornos a temperatura ambiente cálida comparada con temperatura ambiente fresca
Variación de los bochornos a temperatura ambiente
Para las mujeres que desean evitar el tratamiento farmacológico, puede ser útil mantener un ambiente fresco para reducir los bochornos. El gráfico muestra la frecuencia, intensidad y duración medias (± 1 DEM) de los bochornos a temperatura ambiente cálida (31° C) y fresca (19° C).

*P<0.005. Las unidades de la ordenada (eje y) varían con el parámetro, como se indica. (Adaptada de: Kroenberg F. Hot flushes, en Lobo RA (ed), Treatment of the Postmenopausal Woman: Basic and Clinical Aspects. Nueva York: Raven Press, 1994, pág 97-117; datos tomados de: Kroenberg F, Barnard RM, Modulation of menopausal hot flashes by ambient temperature. J. Therm Biol 1992; 17: 43-49).

Aunque no se cuenta con datos científicos que impliquen a ciertos alimentos en los bochornos, probablemente no se haga ningún daño al eliminar los alimentos u otras sustancias sospechosas de agravar los síntomas. El efecto del ejercicio no se ha definido completamente, pero se cuenta con evidencia preliminar que indica que en realidad podría aliviar la sintomatología vasomotriz.

Otra intervención no farmacológica que puede ser de utilidad para las mujeres con síntomas vasomotores es evitar el estrés. Aunque no precipiten los bochornos, las tensiones en el hogar y en el trabajo pueden hacer que los síntomas sean aún más difíciles de tolerar emocionalmente.

Bibliografía

  • 1. Hammar M, Berg G, Lindgren R, Does physical exercise influence the frequency of postmenopausal hot flushes? Acta Obstet Gynecol Scand 1990; 69: 409-412.
  • 2. Kroenberg F. Hot flushes, en Lobo RA (ed), Treatment of the Postmenopausal Woman: Basic and Clinical Aspects. Nueva York: Raven Press, 1994, pág 97-117.
  • 3. Kroenberg F. Hot flashes: epidemiology and physiology. Ann NY Acad Sci 1990; 592: 52-86.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *