Prácticas de Prevención Diabética en Estados Unidos

 Prevención Diabética en Estados Unidos

El CDC de Atlanta analizó la información correspondiente a los años 1997-1999 del Sistema de Vigilancia de los Factores Conductuales de Riesgo. Para medir los niveles de prácticas preventivas de atención.

Este Sistema, identificado con las siglas BRFSS, es una encuesta telefónica estatal que actualmente se lleva a cabo y que aleatoriza la digitación del marcado. Encuestando población americana no hospitalizada mayor de 18 años.

El análisis se limitó a las personas que contestaron sí a la pregunta de si algún médico alguna vez le dijo que tenía diabetes. Pero se excluyeron los casos de diabetes gestacional.

Se hicieron preguntas sobre la frecuencia de fundoscopias con pupila dilatada, las veces en el último año que el médico le examinó los pies en búsqueda de úlceras o irritaciones, qué tan frecuentemente se analiza su glicemia, o cada cuanto se hace la hemoglobina A1C.

Estas preguntas sólo se hicieron a los pacientes que probablemente pudieron recibir este servicio. Ppues acudieron a profesionales de la medicina para control de la enfermedad.

Personas con diabetes que se hacen fundoscopias dilatadas

La información recolectada se comparó con los objetivos nacionales de salud para el año 2010 que incluyen un porcentaje alto de personas con diabetes que se hacen fundoscopias dilatadas o examen anual de sus pies (un 75%), un 60% de personas que se hagan auto-monitoreo de glicemia al menos una vez al día, o un 50% de diabéticos que al menos una vez al año se midan la hemoglobina glicosilada. Estos objetivos están basados en la certeza de que las complicaciones disminuyen o se retarda su aparición cuando la diabetes está bien compensada.

En 40 estados que suministraron datos analizables, se encontró un bache significativo en la prevención que sé ahora y lo que se espera lograr para el 2010. Se examinaron más los pies los de sexo masculino, la fundoscopia dilatada fue más frecuente en los mayores de 45 años, el monitoreo de glicemia fue menos frecuente en las personas mayores de 75, pero los menores de 45 se hicieron mas hemoglobinas glicosiladas.

El monitoreo fue más común en los blancos no-hispanos que en otros grupos raciales, y lógicamente. Aquellos con mayor escolaridad y con seguro de salud tuvieron más probabilidades de haber recibido cada una de las cuatro medidas preventivas.

Exámenes oculares con dilatación de la pupila

Dentro de los diferentes estados hubo amplias variaciones en la ejecución de cada una de las prácticas preventivas. Así, la variación en exámenes oculares con dilatación de la pupila estuvo entre 47 y 81 %, los exámenes anuales de los pies, entre 42 y 69.4%, lo del auto-monitoreo, entre 29.7 y 65.5%, hemoglobinas glicosiladas, entre 16.9 y 42.4%. Tres estados muy al norte (Massachussets, Maine y Alaska), cumplieron con el objetivo del examen de los ojos, uno (Montana), el del auto-monitoreo. Ninguno, el de las hemoglobinas glicosiladas y examen anual de los pies.

Los coordinadores del BRFSS/ CDC que participaron en este estudio fueron S. Reese, P. Owen, B. Bender y colaboradores (MMWR 2000. 49 (42): 954-958).

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El editor del “Informe Semanal de Morbi-Mortalidad” o MMWR:

Anota que la brecha entre la realidad y los objetivos fue grande, y en los estados donde los niveles de prevención fueron los más bajos, la brecha fue alrededor del 30%. Lógicamente, las personas que reciben atención preventiva pueden minimizar sus complicaciones diabéticas.

Las únicas características consistentes con cada una de las prácticas preventivas fueron la escolaridad y la afiliación a un seguro de salud. Lo cuál indica que un mejor estado socio-económico y una mayor facilidad de acceso al cuidado de la salud. Tienen un efecto positivo en la recepción de las medidas preventivas.

Un análisis más completo se hace necesario para ver qué papel juega la edad, el sexo y la raza sobre los mismos puntos.

Quizás las diferencias encontradas entre los estados puedan deberse a diferencias en la distribución demográfica, patrones de práctica de los médicos, características del sistema de atención en salud y actitudes de los propios pacientes.

Se encontraron dos limitantes en este estudio: Uno, que las personas que vivían en ancianatos o en casas que no tenían teléfono. No fueron incluidas en la encuesta. Por esto, los resultados no pueden extrapolarse a estos segmentos poblacionales.

Segundo, como estos datos fueron auto-reportados, los errores en la memoria de los sujetos podrían hacer que las medidas fueran bien sobre o sub-informadas.

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