Captación Pico de Oxígeno en Adultos Aparentemente Sanos, Discusión

Consumo Máximo de Oxígeno

Los datos encontrados de captación pico de oxígeno son menores que los que informa como normales la NYHA(5) tomados a nivel del mar.

Según ésta clasificación, los adultos aparentemente sanos de este estudio se hallarían en una clase funcional II. La tabla 6 compara los valores hallados de VO2pico en el grupo de estudio con los informados por Fletcher y cols. para la American Heart Association (2).

La magnitud de la diferencia (oscilando entre 9 y 11,5 ml/kg/min) permanece relativamente estable, siendo siempre mayores los valores informados por Fletcher a nivel del mar.

La diferencia con los patrones norteamericanos es mayor en las mujeres (VO2pico promedio = 19,76 ml/kg/min), lo cual las situaría entre las clases funcionales II y III según NYHA (5).

Teniendo como referencia los patrones norteamericanos (NYHA, AHA y ACSM), en promedio el grupo de adultos aparentemente sanos que se investigó presenta un VO2pico menor que el de tales estándares.

Existen además otras investigaciones que permiten observar la persistencia de la diferencia descrita, por ejemplo Gaskill y cols (13). dentro del Heritage Family Study, muestran una población de adultos (edad promedio de 34 años) sedentarios con un consumo máximo de oxígeno VO2max de 32,9 ± 8,3 ml/kg/min.

Tomando en cuenta sólo el género femenino las diferencias siguen siendo altas, Fitzgerald y cols (14) en un estudio de 2256 mujeres con edad promedio de 40,5 años, reportan un consumo máximo de oxígeno VO2max de 29,7 ± 7,8 ml/kg/min (10 ml/kg/min mayor que el encontrado en éste estudio).

Las posibles causas de las diferencias observadas pueden encontrarse en los factores que determinan la captación pico de oxígeno:

La carga genética, la edad, el género, las condiciones medio-ambientales (altitud, temperatura, humedad relativa) y los niveles de actividad física de cada individuo y cada grupo social.

No podemos atribuir estas diferencias a la edad promedio del grupo estudiado, ya que persisten aún cuando se analizan separadamente por cada grupo etáreo.

No se puede pensar que se hayan pasado por alto pruebas en las que se realizara un pobre esfuerzo (con obvios menores valores de VO2), ya que cada prueba se analizó por separado para excluir aquellas que cumplieran los requisitos que así las catalogaran (R < 1,1), además, el promedio de las FC máximas alcanzadas en cada grupo de edad está dentro de lo esperado para dichos rangos de edad, como se puede apreciar en la tabla 4.

Para los 2600 metros a los cuales se llevaron a cabo las pruebas ergométricas en este estudio:

Se esperaría una disminución en el consumo máximo de oxígeno VO2max cercana al 12%.(15) Según ésta presunción el “verdadero” VO2pico promedio del grupo estudiado sería de 27,8 ml/kg/min, valor que sin embargo sigue estando por debajo de los parámetros citados previamente; otros estudios siguen dando fé de dicha diferencia, por ejemplo, Levine y cols.(16) presentan los datos basales de 21 individuos no entrenados con edad promedio de 26 ± 3 años, que tenían un VO2pico de 43,4 ± 1,7 ml/kg/min a una altura simulada (cámara hipobárica) de 2500 metros.

Sin embargo, cabe destacar que la altura de la ciudad de Bogotá, definitivamente sí ejerció un costo adicional sobre el esfuerzo ventilatorio de los individuos estudiados, hecho que se evidencia por un mayor VE/VCO2 cercano al umbral ventilatorio.

El valor promedio encontrado para dicha variable en éste estudio fue de 33 ± 4, mientras que a nivel del mar Wasserman informa 29,1 ± 4,3.(1) Es decir que siempre hay una hiperventilación relativa en condiciones de hipoxia hipobárica, aún en individuos adaptados y nativos de la altura moderada.

Tabla 6.  Comparación de datos con A.H.A.

Edad   Mujeres   Hombres    
  Estudio A.H.A. Dif. Estudio A.H.A. Dif.
20-29
30-39
40-49
50-59
60-69
23,7+/- 5
20,8 +/- 2,8
18,1 +/- 3,3
16,3 +/- 3,3
34 +/- 6,2
32 +/- 6,2
29 +/- 5,4
27 +/- 4,7
27 +/- 5,8
10,3
11,2
10,9
10,2
33,1+/- 8,4
28,5 +/- 5,3
25,8 +/- 6
22,1 +/- 3,5
42 +/- 7,0
40 +/- 7,2
36 +/- 7,1
33 +/- 7,3
29 +/- 7,3
9
11,5
10,2
10,8

 

La condición clínica de los pacientes estudiados no debe considerarse como una posible causa para explicar los menores valores de VO2pico, ya que según los criterios de exclusión se trataba de individuos aparentemente sanos, que tuvieron pruebas de esfuerzo normales (Tabla 4). Además la eficiencia mecánica estimada se encuentra dentro de lo esperado para individuos aparentemente sanos (3).

Basados en estos hallazgos se debe suponer que deben existir otros factores condicionantes para explicar el menor VO2 encontrado. La influencia genética puede ser uno de ellos.

Si mirásemos una población con características genéticas más cercanas a las nuestras deberíamos obtener consumo máximo de oxígeno VO2max similares:

Pollice y cols (17) en la Argentina aportan luces al respecto pues en uno de sus grupos de estudio conformado por 20 sujetos normales (80% hombres y 20% mujeres) con edad promedio de 46,7 años, se informa un consumo máximo de oxígeno VO2max promedio de 27,02 ± 4,25 ml/kg/min, valor muy cercano al esperado para nuestro grupo de estudio, si se calculase al nivel del mar.

Consideramos que las características de nuestro grupo de estudio son similares a las de los adultos aparentemente sanos de la capital colombiana, por lo tanto se pueden proponer conjeturas aplicables a toda ésta población: son individuos con características bastante distintas de las de las personas Norteamericanas, especialmente en su carga genética (expresada en la composición corporal y la capacidad metabólica del tejido muscular) y en niveles de actividad física.

Por tales motivos sugerimos que se establezcan parámetros propios a la población colombiana residente en alturas intermedias, para poder hablar correctamente de rangos de normalidad en los valores obtenidos de VO2 durante una prueba ergométrica.

Se hacen entonces necesarios estudios multicéntricos de gran envergadura que caractericen a la población Colombiana de la altura, para los cuales la presente investigación puede servir como punto de partida.

Referencias

  • 1. WASSERMAN, K. (2000). Principles of Exercise Testing and Iinterpretation. Philadelphia. Williams & Wilkins.
  • 2. FLETCHER, G. et al. (2001). Exercise Standards for Testing and Training. A Statement for Healthcare Professionals. From the American Heart Association. Circulation. Vol 104, 1694-1740.
  • 3. POOLE, D. RICHARDSON, R. (1997). Determinants of oxygen uptake. Implications for exercise testing. Sports Medicine. Vol 24, 308-320.
  • 4. SAWKA, M. et al. (2000). Blood volume: importance and adaptations to exercise training, environmental stresses, and trauma/sickness. Medicine and Science in Sports and Exercise. Vol 32, 332-348.
  • 5. ZOHMAN, L. (1984). Pruebas de esfuerzo para la valoración funcional y prescripción del ejercicio físico. Clínicas Cardiológicas de Norteamérica. Vol 3, 625-641.
  • 6. American College of Sports Medicine. (1991). Guidelines for exercise testing and prescription. Philadelphia: Lea and Febiger.
  • 7. SERRATO, M GUTIÉRREZ, W. (1999). Determinación de la potencia aeróbica, perfil antropométrico y de morbimortalidad en adultos jóvenes aparentemente sanos. Tesis de grado. Bogotá D.C. Universidad Pedagógica Nacional.
  • 8. PAULEV, P. (2000). Textbook in Medical Physiology and Pathophysiology. Essentials and clinical problems. Copenhagen: Medical Publishers.
  • 9. BEIDLEMAN, B. et al. (1997). Exercise responses after altitude acclimatization are retained during reintroduction to altitude. Medicine and Science in Sports and Exercise. Vol 29, 1588-1595.
  • 10. BENOIT, H. et al. (1997). Oxygen uptake during submaximal incremental and constant work load exercises in hypoxia. International Journal of Sports Medicine. Vol 18, 101-105.

Bibliografía

  • 11. AHA/ACSM. (1998). Joint Statement: Recommendations for cardiovascular screening, staffing, and emergencies policies at health/fitness facilities. Medicine and Science in Sports and Exercise. Disponible en: www.msse.org
  • 12. REYES, O. (2000). Normas de procedimientos para ergoespirometría. Bogotá D.C. Laboratorio de Fisiología. Centro de Servicios Biomédicos. Coldeportes.
  • 13. GASKILL, S. et al. (2001). Changes in ventilatory threshold with exercise training in a sedentary population: the Heritage Family Study. International Journal of Sports Medicine. Vol 22, 586-592.
  • 14. FITZGERALD, M. et al. (1997). Age related declines in maximal aerobic capacity in regulary exercising vs sedentary women: a meta-analysis. Journal of. Applied. Physiology. Vol 83, 160–165.
  • 15. BÖNING, D. et al. (2001). Hemoglobin mass and peak oxygen uptake in untrained and trained residents of moderate altitude. International Journal of Sports Medicine. Vol 22, 572-578.
  • 16. LEVINE, B. et al. (1992). The effect of normoxic or hypobaric hypoxic endurance training on the hypoxic ventilatory response. Medicine and Science in Sports and Exercise. Vol 24, 769-775.
  • 17. POLLICE, J. et al. (1998). Medida directa del consumo de oxigeno en la prueba cardiopulmonar del ejercicio comparada con la medicion indirecta en ergometria. Rev Fed Arg Cardiol Vol 27, 207-213.

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