Estrategias desde la salud pública

Es tarea entonces de las partes interesadas en esta problemática en los países en desarrollo, la de abogar por que se establezcan estrategias diferentes a un TUAN para la detección lo más temprana posible de casos y se puedan instaurar los tratamientos de todo tipo que se requieran. Se pueden diseñar y planificar estrategias en varios frentes:

Tamizaje en población infantil de alto riesgo. Sería importante propender al menos por la implementaciónde programas de tamizaje para la población infantil considerada de alto riesgo aun conociendo que se estaría dejando sin detectar un 50% de casos en los que no se encuentra ningún factor de riesgo. Estos programas deberían inicialmente ser implementados en hospitales universitarios y clínicas materno-infantiles que manejen un volumen alto de nacimientos durante el año. Sin embargo, hay que considerar antes de que se implemente un programa de este tipo, que se cuent con los recursos de todo tipo que se requieren para continuar haciendo un seguimiento adecuado a cada caso detectado. No sería justificable iniciar programas si no se cuenta con la posibilidad de seguir más allá de la detección de casos.

Evaluación auditiva temprana. Diseñar una estrategia que permita el tamizaje de los niños al momento de comenzar sus estudios. En muchos países se cuenta no de manera normada y regulada con programas de este tipo pero especialmente en planteles educativos privados y para niños que se encuentran ya en etapa escolar. Lo importante sería establecer este tipo de programas lo más temprano posible ojalá desde la etapa preescolar e incluso desde el momento en que los niños comienzan a asistir a guarderías. El tipo de evaluación que se haga dependerá

obviamente de los recursos con que se cuente pero no debe ser la falta de equipos disculpa para no hacer ningún tipo de intervención. Se han llevado a cabo investigaciones en países del Tercer Mundo utilizando métodos diferentes de tamizaje para evaluación auditiva debido a limitaciones de tipo económico, manifestadas en falta de equipos y personal entrenado. Estas estrategias han consistido básicamente en diferentes tipos de cuestionarios bien estructurados (19, 20) y pruebas utilizando la voz a diferentes niveles para detectar pérdidas auditivas en niños pequeños (21). Lo interesante de esto es que este tipo de pruebas ha mostrado buena especificidad y sensibilidad constituyéndose no obstante sus limitaciones en una buena alternativa para escenarios donde no se cuente con ninguna otra posibilidad de evaluación. Su aplicabilidad en el contexto de atención primaria en salud es grande en especial por la accesibilidad así sea a este tipo de evaluación que tendrían gran cantidad de niños de las áreas rurales de los países en desarrollo.

Claro que como se enunció en el aparte anterior sobre tamizaje en grupos de alto riesgo, se requiere para poner en marcha iniciativas de este tipo, que por lo menos se cuente con un sitio de referencia para los casos que se detecten donde puedan los pacientes acceder a alguna forma de evaluación complementaria y se puedan tomar algunas medidas así sean básicas para inicio de un proceso de rehabilitación.

Estrategias de tipo educativo. Habría que comenzar por educar al mismo personal que trabaja en salud acerca de la importancia de la detección temprana de pérdidas auditivas, dándole información actualizada, y haciéndole ver el papel tan importante que podrían desempeñar viendo a cada niño como probable portador de un daño auditivo. Esto servirá para que de acuerdo a los medios disponibles, se haga lo posible por detectar niños afectados y no ocurra como todavía sucede que se detecten casos tardíamente a pesar de que los niños han estado en controles periódicos de crecimiento y desarrollo tanto con personal médico como de enfermería.

Las sociedades científicas como las de otorrinolaringo-logía, pediatría, ginecología y obstetricia y fonoaudiología deben jugar un papel importante no sólo concientizando a sus miembros sobre este problema sino desarrollando ini-ciativas de educación a nivel del público en general. Al respecto, la educación a los padres sobre la manera temprana como pueden detectar una pérdida auditiva en sus hijos es fundamental y debe ser el objetivo básico en cualquier campaña de tipo educativo que se proponga.

Un padre bien informado podrá evaluar a su hijo inicialmente y si observare algo anormal buscaría ayuda médica. Al respecto, también hay un aspecto importante a considerar; tiene que ver con el derecho que tienen los padres de saber que así su hijo no sea considerado dentro de los grupos de riesgo para presentar daño auditivo, hay una posibilidad de que pueda presentar algún tipo de pérdida auditiva y que existen los medios técnicos para detectarla así ellos tengan que asumir los costos para hacerlo. Lo anterior porque muchas veces se asume por parte del médico que al no tener un niño factores de riesgo y al no estar las actividades de tamizaje incluidas en el Plan Obligatorio de Salud, no habría por parte de los padres interés alguno en evaluar sus hijos y hacer gastos de tipo económico en pruebas audiológicas. Se da entonces el caso que no se les brinda a los padres información y orientación sobre el tema, para que sean ellos quienes decidan estando ya informados si evalúan o no a su hijo.

Políticas de salud. La resolución N° 412 del Ministerio de Salud de Colombia en la cual se adoptan normas técnicas y guías de atención para el desarrollo de las acciones de detección temprana define estos términos en su capítulo I articulo 7 como “el conjunto de actividades, procedimientos e intervenciones que permiten identificar en forma oportuna y efectiva la enfermedad, facilitan su diagnóstico precoz, eltratamiento oportuno, la reducción de su duración y el daño causado, evitando secuelas, incapacidad y muerte”.

Desafortunadamente las alteraciones de la agudeza auditiva no se encuentran en la lista de alteraciones susceptibles de ser cobijadas dentro de esta resolución. Se encuentra si en esta lista las alteraciones de la agudeza visual que son causa de discapacidad en niños y en adultos al igual que lo es el daño auditivo. El no estar dentro de los problemas de salud cobijados en esta resolución implica que no existe una obligatoriedad para que dentro del Plan Obligatorio de Salud, las Empresas Promotoras de Salud y las Administradoras del Régimen Subsidiado diseñen e implementen estrategias para inducir la demanda a actividades de detección temprana para estos problemas médicos que busquen disminuir su impacto en la comunidad.

Es tarea entonces de los interesados en el tema de la salud auditiva la de abogar para que en un futuro no muy lejano las alteraciones de la audición reciban el reconocimiento que merecen y sean entonces susceptibles de intervenciones por parte del Sistema General de Seguridad Social en Salud.

Otro aspecto fundamental para considerar es el relacionado con el acceso a amplificación para la utilización de audífonos. Desafortunadamente, son los audífonos artículos suntuosos para los pacientes que los requieren en los países en desarrollo. Los costos de los audífonos son prohibitivos para la mayoría de los pacientes y no se cuenta con mecanismos que les permitan adquirirlos con alguna forma de financiación y a bajos costos. Es imperiosa la implementación por parte del Ministerio de Salud de algún tipo de mecanismo que permita importar o ensamblar en el país audífonos a bajos costos y que los mismos no sean comercializados como hasta la fecha con altas ganancias tanto para los importadores como para los comercializadores.

Deberá tratarse de una entidad de índole oficial o privada que bajo la vigilancia del Ministerio de Salud o de la autoridad que el Ministerio designe se encargue de proveer a personas de bajos recursos el o los audífonos que necesite en su proceso de rehabilitación bajo alguna forma de financiación.

Conclusión

Es en definitiva utópico pensar que en el corto y mediano plazo existan programas de TUAN en países en desarrollo no sólo en el ámbito latinoamericano sino mundial. Sin embargo, no puede la salud pública de estos países desconocer la importancia del tema y deberá buscar otras estrategias que permitan minimizar los efectos deleterios de pérdidas auditivas congénitas o tempranas que no son detectadas precozmente. Se necesita que organizaciones científicas como la Sociedad Colombiana de Otorrinolaringología y la Sociedad Colombiana de Pediatría asuman un papel más protagónico ante esta problemática abogando ante otras organizaciones tanto públicas como privadas para buscar soluciones, pensando en el bienestar de los aproximadamente 3.000 niños con perdidas auditivas incapacitantes que pueden estar naciendo en el país anualmente.

Abstract

Significant permanent hearing impairment is a relatively common condition affecting between 1 and 3 per 1000 live births. Hearing impairment, if undetected, will impede and can have profound effects on speech, language and cognitive development of children affected. Universal Neonatal Hearing Screening (UNHS) is a valuable strategy to detect newborns with permanent hearing impairment using improved technology to measure otoacoustic emmisions and the auditory brainstem response.

It is unfeasible to implement UNHS programs in the context of developing countries due to financial constrains manifested specially in lack of resources (equipment, trained staff, follow-up services) and the imposibility to develop sustained programs. Nevertheless, there is a need to consider alternatives to UNHS to detect hearing impairment as early as possible in children. Moreover, it is necesary to consider to make health policy changes within the current health system to detect and help 3.000 babies expected with hearing impairment each year in Colombia

Key words: hearing screening, neonatal, strategies, public health, developing countries.

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