Hepatitis Post-Transfusional

¿PUEDE PRESENTARSE UNA HEPATITIS POST-TRANSFUSIONAL CON LA ADMINISTRACIÓN DE SANGRE SERONEGATIVA?

La frecuencia de las hepatitis postransfusionales ha disminuido notablemente, debido al tamizaje del virus B de la hepatitis, así como por la disponibilidad de pruebas laboratorio que permiten el reconocimiento de anticuerpos contra el virus C. Cerca de medio millón de norteamericanos ha recibido transfusiones de donantes en los cuales posteriormente se ha diagnosticado la infección por virus C. Entre los factores de riesgo implicados en la transmisión de este virus, las transfusiones son responsables de un 30 % de los casos, siguiendo en frecuencia el uso de drogas endovenosas, la realización de tatuajes, el riesgo ocupacional y la conducta sexual. Al reducir el número de transfusiones se reduce el riesgo de infección por virus C.

Con relación a la hepatitis B, a pesar de que la sangre es estudiada exhaustivamente para la detección de dicho virus, es posible que una donación negativa para el antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (HbsAg) sea capaz de infectar a los pacientes que la reciban. En la India se informó 14,6% de hepatitis postransfusionales, de las cuales 66,6% correspondieron a hepatitis, así los pacientes hubiesen sido transfundidos con sangre HbsAg negativa. En Alemania se publicó que en 7.438 donaciones, la frecuencia de positividad para el HbsAg fue de 0,6%. Se ha establecido entre donantes cuyas unidades pasaron todas las pruebas de tamizaje para el virus B, que el riesgo de que esa sangre haya sido obtenida durante el “período de ventana” es de 1 en 63.000. En Venezuela, la prevalencia oscila entre 15 y 25% de positividad para el HbsAg entre los donantes. En este país, un grupo de investigadoras de la Universidad de Carabobo en la ciudad de Valencia -comandadas por María Cachón de Petrola- determinó la prevalencia en dos ciudades de los virus B y C de la hepatitis en 73 pacientes menores de 18 años de ambos sexos con antecedentes de poli transfusión. El estudio –publicado en la Revista Panamericana de Infectologìa- reveló tasas del virus de la Hepatitis B de 19.2% y del de la Hepatitis C de 8.6% y resaltó que el riesgo de infección transfusional no se elimina por completo a pesar de la realización de pruebas al donante. En un hospital argentino se diseñó un activo programa de vacunación contra la hepatitis B en el personal de salud con el fin de mejorar el índice de vacunación, evaluar la utilidad de una estrategia específica y analizar la eficacia de la vacuna. Claudia Rodríguez y colaboradoras informaron en esta misma revista que el programa de vacunación mejoró la cobertura en 28% y que 83% de la población estudiada estuvo adecuadamente vacunada, con una respuesta serológica de 100%.

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