Artículos Científicos, Endocrinología y Cáncer

Cuarenta años de la consulta en el Instituto Nacional de Cancerología

Dr. Álvaro Mesa Arévalo ✝, Dr. Jaime Cortázar García,
Académico Alfredo Jácome Roca*

* Los doctores Mesa (fallecido) y Cortázar fueron miembros de la consulta de endocrinología, Instituto Nacional de Cancerología.

El presente artículo está basado en la monografía originalmente titulada “Experiencia de cuarenta años en la detección del cáncer y su alteración con alteraciones endocrinas y metabólicas”, fruto del estudio realizado por Álvaro Mesa sobre el fichero de historias clínicas que Jaime Cortázar, fundador del servicio y del “Laboratorio de Endocrinología e Isótopos” llevó personalmente durante el periodo estudiado (1951-1991). Dicho trabajo participó en uno de los premios destinados a galardonar los mejores esfuerzos científicos sobre el tema del cáncer.

Se publica en esta oportunidad por su valor intrínseco e histórico, y como un homenaje a los médicos de este servicio, algunos de los cuales ya han muerto o están retirados. (Lea también: Endocrinología y Cáncer, Discusión)

Aunque actualmente este es dirigido por Gloria Garavito, y cuenta con la colaboración de Ernesto Moscoso y Tatiana López, la relación de pacientes analizados aquí pertenecen a la época de Jaime Cortázar, Efraim Otero Ruiz, Jaime Ahumada, Álvaro Mesa y Carlos Eduardo (Eddie) Cortès Boshell, fallecidos estos dos últimos.

El Instituto Nacional de Cancerología se ha interesado por muchos años en dar adecuada atención a los pacientes con cáncer, confirmado o con sospecha de tenerlo.

Hacia los años treinta fue el primer centro del país en usar la radioterapia, procedimiento que con los años y con el avance de la ciencia, se vio complementado con diversos tipos de cirugía, cobaltoterapia, y en años recientes, quimioterapia y hormonoterapia.

Han sido múltiples los estudios estadísticos llevados a cabo por diversos investigadores del Instituto, al igual que sus publicaciones.

Sus aspectos históricos pueden ser consultados en dos obras de Efraim Otero Ruiz, una extensa y hermosamente publicada, “Setenta años del Cáncer en Colombia, Historia del Instituto Nacional de Cancerología”(1) y su obra más reciente “La medicina nuclear, temprana historia y reminiscencias personales”(2).

En la primera se observa la labor realizada por los directores José Vicente Huertas, César Augusto Pantoja, José Antonio Jácome Valderrama, Jaime Cortázar García, Mario Gaitán Yanguas, y se deja para análisis posterior la de Julio Enrique Ospina Lugo, Juan Manuel Zea, Carlos Castro, y del actual director, Carlos Rada.

Sobre el servicio también hay una nota publicada en “Historia de la Endocrinología en Colombia”, de Antonio Ucròs Cuéllar(3), al igual que las referencias hechas al mismo en el capítulo de Otero sobre “Endocrinología y Opoterapia” (pp.227-228) del libro “El Arte de Curar” publicado por AFIDRO en 1998 y coeditado por Mauricio Pérez y Efraim Otero(4).

Hacia 1952 uno de los autores (JCG) comenzó una labor estadística en Endocrinología, diseñando un cardex individual para cada paciente visto en consulta, que hasta la fecha de terminar este estudio se siguió rigurosamente, tanto para los pacientes con diagnóstico comprobado de cáncer como para los remitidos a consulta, en quienes se sospechaba posible lesión neoplásica y que a la postre no presentaron evidencia de lesión tumoral.

Se descartaron un 60% de las historias de pacientes vistos que tenían patología no neoplásica, y se dejaron para el estudio 3.730 historias clínicas.

Pacientes y Métodos

De la base de datos de la consulta, se consideraron exclusivamente pacientes con neoplasias de dos tipos, la endocrinas y las no endocrinas pero con coexistencia de alteraciones endocrinas o metabólicas.

El Departamento de Patología confirmó los diagnósticos realizados en otras instituciones, nacionales o extranjeras, y se contó con la colaboración de laboratorios externos como el de César Mendoza, Gutiérrez-Vélez y de Genética de la Universidad Javeriana (Jaime Eduardo Bernal).

Se analizaron los datos demográficos, de fechas, número de consultas, confirmación de las enfermedades por laboratorio, pero se descartaron aquellos pacientes con endocrinopatías que habían estado hospitalizados pero a quienes no se les pudo hacer un seguimiento adecuado.

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