Marihuana en Urgencias Toxicológicas

Intoxicación por Marihuana

Myriam Gutiérrez de Salazar M.D.
Médica Magíster en Toxicología
Coordinadora Centro de Información y Asesoría Toxicológica CIATOX
Convenio Consejo Colombiano de Seguridad –
Ministerio de la Protección Social – Universidad Nacional de Colombia
Docente Universidad Nacional de Colombia
Adalbeis Medina Lemus M.D.
Médica Cirujana
Universidad Nacional de Colombia
Médica Asesora Centro de Información y Asesoría Toxicológica – CIATOX
Convenio Consejo Colombiano de Seguridad – Ministerio de la Protección Social – Universidad Nacional de Colombia

Generalidades:

Según criterios de expertos de la Organización Mundial de la Salud, la droga ilícita de consumo más común por los jóvenes de todo el planeta es la marihuana, razón por la cual ha sido apodada como “asesina de la juventud”. Se conoce como la “gran reveladora” ya que facilita la expresión de enfermedades mentales.

Históricamente el Cannabis se usa al menos desde el comienzo del Neolítico (8.000 antes de Cristo) por razones medicinales, por sus propiedades psicoactivas y también por su fibra flexible, ideal para hacer papel o tejidos, además por sus semillas, muy nutritivas por su aceite. En general, el uso de la planta continuó sin grandes problemas hasta finales de los años 30, en los que comenzó su prohibición.

En un escrito de la corte del emperador Shen Nung que data del 2737 a. C. se encuentra la primera descripción completa de la planta conocida como cáñamo. En la elaboración de los cigarrillos o tabacos de marihuana se seca un fajo de hojas atadas, apretándolas fuertemente para fumarlas (la primera mención de estos cigarrillos se encuentra en un informe español de 1561).

Etimológicamente, según un manual de la Procuraduría General de la Nación, la palabra marihuana proviene del náhuatl malihuana, palabra compuesta por mallin que quiere decir prisionero, hua que significa propiedad, y la terminación ana, coger, agarra, asir. Se supone que los indígenas al identificar a la planta con el nombre de malihuana, quisieron expresar que la planta se apodera del individuo. Los estadounidenses creen que marihuana es una contracción de los nombres propios María y Juana y la han convertido en marijuana.

Según el informe de la Oficina de drogas y criminalidad de la ONU (2003), en el periodo 1998- 2000 un 4.3% de la población mundial mayor de 15 años consumía drogas ilegales y en el periodo 2000-2001 aumentó a 4.7%, siendo la droga más usada la marihuana con 150 a 160 millones de usuarios, seguida por las anfetaminas y opiáceos. Según la NIDA, Instituto de Drogas de Abuso de Estados Unidos (2005) en el último año la marihuana ha sido fumada por más de 96 millones de norteamericanos, principalmente adolescentes (dos terceras partes tienen edades entre 12 y 17 años).

En Colombia el consumo de sustancias psicoactivas se considera un grave problema de salud pública nacional, que repercute tanto en el sector social, económico, político como indudablemente en el de salud. En un estudio llevado a cabo en la ciudad de Cali, utilizando las necropsias realizadas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses Regional Sur Occidente de Cali (INML-RSO) entre 1998-2002, se consideró que 11.7% de los jóvenes ha consumido marihuana, cocaína, heroína o éxtasis alguna vez en la vida.

La cocaína (21.2%) y la marihuana (14.1%) fueron las drogas de abuso más prevalentes. De las personas que consumieron cocaína, 58.3% también consumieron marihuana y 37.5% alcohol. La marihuana se identificó en 14.2% y sólo se presentó en hombres y en homicidios. De las personas a las que se les encontró marihuana, 87.5% tuvieron hallazgo de cocaína y 18.8% de alcohol.

Está prohibida la comercialización de la marihuana con fines recreativos, a excepción de lo que ocurre en Holanda, en cuyo territorio es absolutamente legal la cosecha, venta y consumo de cannabis y sus derivados en lugares específicos para tal efecto (coffe-shops, smart shops y growshops). En marzo del 2000 el Tribunal Constitucional de Alemania también aprobó el uso terapéutico de la marihuana en todo su territorio, aunque mantiene la prohibición del uso recreativo para el resto de la población.

Lo mismo ocurrió ya en el Reino Unido y en España a partir de mediados del 2001. En México el consumo de la misma no está penalizado. De acuerdo al artículo 195 bis del Código Penal, portar menos de 30 g de marihuana se considera como consumo personal y no se aplica ninguna sanción según el artículo 199 del mismo Código.

La dosis media activa es de 250 mg (equivalente a un cigarrillo). Una cantidad mayor se considera como tráfico y sí está sujeta a penalización, dependiendo de la cantidad. En Colombia La Ley 30 de 1986 aceptó la existencia de la dosis personal, de marihuana corriente hasta 20 gramos y de hachís hasta 5 gramos.

Numerosos estudios han demostrado que la intoxicación por cannabis empeora la conducción de vehículos y otras actividades relacionadas con habilidades complejas, por provocar disminución de la atención, de la coordinación y de la percepción, durante 10 o más horas después del consumo.

En un estudio publicado por el NIDA (Instituto de Drogas de Abuso de Estados Unidos) sobre conductores de vehículos con test positivo de marihuana, el 88% oscilaron entre estado moderado o de extrema intoxicación y el 12% no mostraron tener signos de intoxicación.

La Marihuana es una planta herbácea anual cuya única especie es la Cannabis sativa que presenta tres variedades: Cannabis sativa indica, Cannabis sativa Americana y Cannabis sativa Rudelaris. La planta, de la familia Cannabináceas, es originaria de Asia Central, cultivada en extremo Oriente desde tiempos remotos y se extendió su cultivo a todo Occidente.

La marihuana se compone de hojas, tallo, semillas y flores secas de la planta, mientras que el hachís es obtenido de la resina de la planta. Su aspecto es el de una pasta más o menos dura y aceitosa; el color varía del marrón al negro. Usualmente es fumada en cigarrillos, pipas o adicionada a alimentos como galletas, brownies y té de hierbas. La resina de la planta puede ser secada y comprimida en bloques llamados hachis que se fuma. Todas las partes de la planta poseen las sustancias psicoactivas que caracterizan su acción tóxica.

La planta de cannabis contiene alrededor de 400 sustancias químicas diferentes, 60 de las cuales están estructuralmente relacionadas con el delta-9-tetrahidrocanabinol o THC, que es el principal psicoactivo de esta planta, aislado por R. Mechoulam a mediados de la década de 1960. Este canabinoide alcanza una mayor concentración en las floraciones de las plantas femeninas, también puede venir en forma de cápsulas (dronabinol o marinol).

Dronabinol o Marinol

La concentración de sustancias psicoactivas depende de la variedad de la Cannabis: las más psicoactivas son la índica y la sativa y la menos concentrada es la rudelaris. La cantidad de THC varía entre 1 y 4% en los cultivos americanos y de 5 a 15% en las plantas asiáticas más resinosas. En las variedades genéticamente desarrolladas por lo general se busca que los valores sean los más altos posibles.

La preparación de la droga a partir de la planta, varía ampliamente en calidad y potencia, dependiendo del tipo, clima, suelo, cultivo y método de preparación. Habitualmente la planta es cortada, secada, picada y utilizada para la formación de cigarrillos o incorporada a los que se expenden comúnmente.

Entre los distribuidores y usuarios se les conoce con distintos nombres como marijuana, marihuana, cáñamo, charas, grifa, hierba, mota, rosa maría, juanita, yerba, doña juanita y otros.

Los principales compuestos de la planta Cannabis sativa pertenecen a varios grupos:

A. Cannabinoides: constituyen una serie de sustancias de naturaleza fenólica, derivados del difenilo y del benzopirano. A este grupo pertenecen una serie de isómeros del tetrahidrocannabinol, los denominados Delta 1 THC y Delta 6 THC; los más abundantes son el cannabinol, cannabidiol, cannabigenol, y el Delta 2 THC. Dentro de los compuestos de naturaleza ácida, los más importantes son ácido A Delta 1THC, ácido B Delta 1THC, ácido Cannabidiolico y ácido Cannabinólico.

B. Alcaloides: Naturaleza simple: nicotina y tetranocannabina (alcaloide con propiedades similares a la estricnina). Naturaleza compleja: Cannabinas, A, B, C y D.

C. Ceras: Compuestos de naturaleza parafínica. El más importante es el Nonecosano.

D. Aceites esenciales: Los más importantes encontrados son: Carofileno, B-humileno, Limoneno, Selineno.

Además contiene 50 tipos distintos de hidrocarburos serosos que ayudan a crear el alquitrán al fumar la marihuana, 103 terpenos, la mayoría de los cuales irrita las membranas pulmonares; también contienen 12 ácidos grasos, 11 esteroides, 20 componentes nitrogenados, así como agentes tóxicos incluyendo el monóxido de carbono, el amoníaco, la acetona y el benceno, además el benzaltraceno y la benzolpirina, que son inductores del cáncer y que están presentes en la marihuana en cantidades de 50 a 100% más altas que el fumar el tabaco. Puede contener múltiples contaminantes.

Toxicocinética:

El inicio de la acción si es inhalada es 6-12 minutos, si es ingerida es de 30-120 minutos. Duración del efecto agudo es de 0.5-3 horas. La absorción después de ser fumada es del 18-50%, después de ser ingerido el dronabinol sólo cerca del 10-20% es absorbido, con inicio del efecto en 30–60 minutos y pico de absorción en 2-4 horas. El canabis se disuelve en la grasa que se acumula en el cuerpo, lo que significa que ésta queda en el cuerpo durante por lo menos 6 semanas.

Es metabolizado por hidroxilación a metabolitos activos e inactivos. El metabolismo hepático conduce en primer lugar a sus derivados hidroxilados en posición 7, que actualmente se consideran las sustancias más activas, con posteriores hidroxilaciones en otras posiciones.

El principal metabolito es 11- hidroxitetrahidrocanabinol. Tiene un volumen de distribución de 10 L/kg y se incrementa con el uso crónico. Su unión a proteínas es de 97-99%. Su vida media es entre 20-30 horas, pero puede ser mayor en usadores crónicos, hasta 56 horas. Se elimina por heces (30-35%) y orina (15-20%).

Mecanismo de Acción:

El canabionide delta-9-tetrahidrocanabinol o THC, se une a los receptores de anandamida (se considera el THC propio del cerebro) o canabinoides en el cerebro, donde puede tener efecto estimulante, sedativo o alucinógeno. Dependiendo de la dosis o tiempo después del consumo se encuentran en todas las neuronas del cerebro. Es activo piscotrópicamente en su forma enantiomérica.

Estimula la liberación de serotonina y catecolaminas (norepinefrina), llevando a taquicardia y también inhibe los reflejos simpáticos, conllevando a hipotensión ortostática. También inhibe los efectos parasimpáticos. Altera el neurotransmisor GABA y dopamina. El receptor es del tipo acoplado a proteína G: inhibe la actividad de la adenilciclasa. A nivel cardíaco THC estimula a receptores adrenérgicos e inhibe a muscarínicos.

THC es un potente disolvente de grasas que al posarse en las neuronas lesiona la mielina, ocasionando la muerte de la neurona. El Dr. M. Henkerman en 1990 descubrió que el THC se posa en las neuronas del área límbica, hipocampo, cerebelo y lóbulos frontales. De esta manera las neuronas encargadas de frenar los instintos del ser humano son afectadas. La persona ha dejado de controlar sus instintos, lo que traerá como consecuencia que lo aparten de la sociedad en que vive.

Tabla 48. a. Regiones del cerebro en donde la concentración de los receptores de cannabinoides es abundante

Regiones del cerebro en donde cannabinoides es abundante

El hallazgo de un sistema endógeno de canabinoides (endocanabinoides), abrió nuevas alternativas para el tratamiento de algunos padecimientos, así como para la comprensión de las acciones del cannabis en el organismo.

Los receptores de canabiodes descubiertos hasta el momento se llaman CB1, ubicados en neuronas del Sistema Nervioso Central y periférico, cuyo ligando endógeno es araquidoniletanolamida (anandamida) y tiene como agonistas los canabionides vegetales derivados de la Cannabis sativa y canabinoides sintéticos (aminoalquilindoles: WIN-55,212, nabilone).

El otro receptor es CB2 ubicado en sistema inmune, cardiovascular y testículo, su ligando endógeno es 2-araquidonil-glicerol noladin éter (éter de 2-araquidonil-glicerol), sus agonistas son HU308 y JWH-133. Ambos tipos de receptores están acoplados a Proteína G.

Las proteínas G acopladas directamente al receptor CB1, localizados directamente sobre los canales iónicos, cuya activación y respuesta tiene lugar en milisegundos, inhiben la adenilato ciclasa, atenuando la producción de AMPcíclico, por tratarse de receptores acoplados a canales iónicos dependientes de voltaje. En tanto que el receptor CB2 se encuentra acoplado negativamente a la adenilato ciclasa y no parece afectar a los canales iónicos. El efecto analgésico de los canabinoides está asociado con la activación secundaria de receptores a opioides y es mediado por el receptor CB1.

Tabla 48. b. Regiones del cerebro en donde la concentración de los receptores de cannabinoides es moderada

Regiones del cerebro en donde cannabinoides es moderada

Dosis Tóxica:

La toxicidad está relacionada con la dosis, pero allí existe mucha variabilidad individual, influida en parte si es primera experiencia y el grado de tolerancia. No se han reportado casos de muerte por consumo de marihuana inhalada únicamente.

Los cigarrillos de marihuana típicos contienen entre 1-3% de THC, pero variedades más potentes pueden contener más de 15% de THC. Los hachis contienen entre 3-6% y hachis con aceite 30-50%. Dronabinol está disponible en cápsulas de 2.5, 5 y 10 mg. Página Siguiente: Manifestaciones Clínicas

Manifestaciones Clínicas:

Contrario a la creencia general, la marihuana no debe ser considerada una droga benigna. Su consumo se ha asociado con trastornos cardiovasculares, pulmonares, reproductivos y posiblemente inmunológicos. El uso por primera vez de marihuana puede precipitar un episodio psicótico agudo persistiendo por muchos meses, sin historia psiquiátrica previa.

Efectos subjetivos: después de fumar un cigarrillo de marihuana puede presentar euforia, palpitaciones, consciencia sensorial elevada y alteración de la percepción del tiempo después de 30 minutos por sedación. También se puede presentar distorsión del espacio. Intoxicación más severa puede resultar en alteración de la memoria a corto plazo, irritabilidad, desorientación, despersonalización, alucinaciones visuales y psicosis paranoide aguda. Ocasionalmente, aún con bajas dosis de THC, efectos subjetivos pueden precipitar una reacción de pánico.

Hallazgos físicos: taquicardia, hipotensión ortostática, inyección conjuntival, incoordinación, lenguaje alterado y ataxia. Estupor, palidez, inyección conjuntival, temblor fino y ataxia han sido observados en niños después de ingerir galletas con marihuana. Hipertermia, hipotermia, urticaria, prurito, exantema, constipación, retención urinaria, impotencia, trismus, nistagmus lateral, midriasis, irritación bronquial, sed.

Salmonelosis y aspergilosis pulmonar pueden presentarse secundarias al consumo de marihuana contaminada.

Disminuye la presión intraocular, produce broncodilatación.

El riesgo de comer marihuana radica en que su efecto es más tardío y, por tanto, los consumidores, al ver que no obtienen los resultados pensados, toman más cantidad de dosis de la que fuman. Además, esta sustancia es mucho más activa en el estómago.

Efectos Farmacológicos:

Inhalación 3 a 13 mg y vía oral 8 a 30 mg.

A. Vegetativos: Hambre, sed, sequedad de boca y garganta, palpitaciones.
B. Psicotrópicos: Empatía aumentada, tranquilidad, relajación, alteraciones motoras, alteraciones en la memoria a corto plazo, disminución de la comunicación verbal, pérdida del sentido del tiempo.

Efectos adversos:

Incremento de accidentes automovilísticos, dependencia, exacerbación de psicosis, alteraciones en el crecimiento y desarrollo escolar, alteraciones respiratorias, uso de otras drogas, incrementa el proceso de enfermedades infecciosas (virus herpes), alteración en la secreción de hormonas adenohipofisiarias, esterilidad femenina y masculina, carcinogénesis. Estudios en animales y humanos han mostrado que la marihuana altera la capacidad de las células T en el sistema de defensa inmune del pulmón para combatir algunas infecciones.

Posibles Efectos Terapéuticos:

Analgésico, antiemético (dosis oral de 5-15 mg/ m²), orexígeno (estimulante del apetito), antiespasmódico, reduce la presión intraocular, broncodilatador, miorrelajante, disminuye el dolor del miembro fantasma, dolores menstruales, terapia en migraña, anticonvulsivante, neuroprotector.

Este último es debido a que los ligandos de los receptores a endocanabinoides tienen la capacidad de proteger a las neuronas de la excito-toxicidad inducida por el glutamato, observado en traumatismo craneoencefálico.

Sobredosis:

• Intoxicación leve de cannabis: relajación, fatiga, sensación de bienestar, alteraciones perceptuales, alteraciones en memoria.

• Intoxicación moderada: humor cambiante, deficit de memoria, despersonalización.

• Intoxicación excesiva: lenguaje alterado, incoordinación, alucinaciones, delirio, paranoia.

• Uso intravenoso de extracto de marihuana o aceite de hachis puede causar náusea, vómito, diarrea, fiebres progresivas en 12 horas a cianosis, hipotensión, disnea, dolor abdominal, shock, trombocitopenia, coagulación intravascular diseminada, rabdomiolisis, falla renal aguda y muerte.

Intoxicación Aguda:

Primera fase: después de cerca de 15 y hasta 45 minutos de haber fumado, el consumidor experimentara un peak; inicialmente también algunos síntomas fisiológicos.

• Palpitación, vértigos, tos, presión en la cabeza, pulso alto, sequedad en los ojos, boca y garganta; además de esto los ojos se ponen rojos e hiper sensibles a la luz.
• Los síntomas psicológicos son:

1. Una sensación de estar mentalmente activo en su conducta hacia su medio ambiente.
2. Una tendencia a reírse y ponerse hablador (para los fumadores habituales esto es inusitado).

Segunda fase: Esta es una fase más continua y conlleva una sensación de actividad mental. Dura cerca de 3 a 4 horas. El fumador habitual tiene probablemente un periodo más corto de intoxicación aguda (una hora y media), y por eso estará impulsado a fumar más a menudo para alcanzar el peak. Esta fase es primordialmente psicológica y se caracteriza por:

• Actividad mental, pero introvertida
• La fluidez de pensamiento es intensa y llena de asociaciones
• Los colores y los olores parecen más intensos.
• Los detalles que antes eran apenas perceptibles se perciben ahora claramente.

Consumo Crónico

Investigaciones clínicas indican que el uso de cannabis mayor a cada 6 semanas (tiempo de eliminación del THC) por cerca de 2 años conduce a cambios en el funcionamiento cognitivo. Estos cambios crean un nuevo estado de sentir que se puede describir como efecto de la dependencia del cannabis; también se han documentado fenómenos de tolerancia.

Este efecto puede ser derivado del THC que todavía está depositado en la grasa del cuerpo. En estos consumidores se observa tos crónica, resfriados frecuentes y se incrementa el riesgo de accidente cerebrovascular.

Los fumadores de marihuana que vivían en hogares reportaron síntomas “clínicamente significativos”, como dificultad para dormir, craving de marihuana (deseo compulsivo de consumir marihuana), agresividad e irritabilidad, reportados durante periodos de abstinencia a la droga.

El grupo de Gaetano Di Chiara de la Universidad de Cagliari, Italia, en 1997 comprobó que el síndrome de abstinencia a la marihuana se encuentra enmascarado, ya que tarda mucho tiempo en ser desechada por el organismo.

Al retirarle la droga en un instante con métodos químicos a una rata intoxicada con marihuana, este grupo científico comprobó, que los roedores reaccionaban con el mismo síndrome de abstinencia que provoca la cocaína, la heroína y el alcohol. En este sentido, para Di Chiara, la marihuana predispone al cerebro para buscar luego drogas más poderosas.

Diagnóstico:

Es usualmente basado en historia o signos típicos como taquicardia e inyección conjuntival com binada con evidencia de alteración del humor o función cognitiva.

Niveles específicos: niveles sanguíneos no son comúnmente disponibles. Metabolitos de canabinoides pueden ser detectados en orina por inmunoensayo enzimático, después de 24 horas y por muchos días de una exposición aguda o después de semanas en exposición crónica. Los niveles urinarios no se correlacionan con el grado de intoxicación o alteración funcional.

Productos con cáñamo pueden proveer explicaciones alternativas para tests positivos en orina, sin efecto farmacológico. Niveles plasmáticos de 10 ng/ml se asocian con lesión (representa una ingestión de 20 mg de THC. Un puff de cigarrillo de marihuana corresponde a concentraciones sanguíneas de 7.0 ng/ml de THC (1.75% de THC en el cigarrillo) a 18.1 ng/ml (3.55% de THC en el cigarrillo).

Niveles en saliva desde 864 ng/ml (1.75% de THC) a 4167 ng/ml (3.55% de THC). Orina alcalina/ácida (o diluida) puede causar falsos negativos en los test de inmunoensayo en orina.

Aclaramientos pueden causar disminución del 14- 45% en resultados de inmunoensayo en orina. Son necesarios casi 30 días para que el cuerpo elimine el efecto de un solo porro (cigarrillo de marihuana). El Dr. G. Chester de la Universidad de Oxford en el año 1985, documenta que el THC es 4000 veces más poderoso que el alcohol, lo que fue avalado por el Medical Center METZ-TIOMILLE de Francia.

Interacciones:

Atenuación de somnolencia puede ocurrir cuando se administra con depresores del Sistema Nervioso Central. Cocaína, atropina y antidepresivos tricíclicos pueden causar incremento aditivo en la frecuencia cardiaca. El Disulfiram puede producir estado hipomaniaco. Las Anfetaminas pueden causar incremento aditivo en tensión arterial.

Herencia:

Científicos han encontrado que en un individuo las sensaciones positivas o negativas después de fumar marihuana pueden ser influenciadas por factores genéticos y hereditarios. También resaltan que factores ambientales como disponibilidad de marihuana, expectativas acerca de cómo la droga los podría afectar, influencia de amigos y contactos sociales y otros factores en gemelos idénticos con experiencias diferentes.

Embarazo:

Según la Food and Drug Administration (FDA) es categoría C, incrementa la incidencia de trabajo de parto prolongado, distress fetal, mortinatos, bajo peso al nacer, niños pequeños para la edad gestacional, no asociado a anormalidades congénitas.

Cáncer:

El humo de la marihuana contiene elementos cancerígenos 50 veces más poderosos que los del tabaco. Los componentes cancerígenos de la marihuana son: benceno, ácido cianídrico, amoníaco acroleina y benzopireno. El benzopireno es un cancerígeno altamente poderoso, que se encuentra en una proporción 50 veces mayor en la marihuana que en el tabaco.

Heber Tuchman Dupessis, miembro de la Academia de Medicina de París, afirmó que: “Recientes hallazgos han relacionado el consumo frecuente de marihuana por mujeres embarazadas, con una forma poco común de cáncer en sus niños. Se trata de la leucemia no linfoblástica. La leucemia es 10 veces más frecuente en bebés nacidos de madres que fuman marihuana, que aquellos otros que no han sido expuestos a la droga“.

Tratamiento:

Consiste básicamente en medidas de emergencia y soporte. No hay medidas específicas para tratamiento de sobredosis.

1. Tranquilizar al intoxicado estableciendo una relación de tranquilidad que permita serenarlo. Procurar para ello un lugar tranquilo y aislado.

2. Recoger información del intoxicado y de sus compañeros sobre consumos asociados que podrían complicar la intoxicación.

3. Descartar el consumo de otras drogas.

4. Posiblemente en agitación o psicosis se requiera también una benzodiacepina como lorazepam, diazepam o midazolam.

5. La hipotensión ortostática responde a líquidos endovenosos y posición de Trendelemburg.

6. No tiene antídoto específico.

7. Después de ingestión se puede realizar lavado gástrico, administrar carbón activado, e inducción del vómito en niños si la exposición ocurrió hace pocos minutos.

8. Los métodos de eliminación rápida no son efectivos debido al gran volumen de distribución de los canabinoides.

9. Solicitar canabinoides en orina.

10. Solicitar electrocardiograma, cuadro hemático con conteo de plaquetas, pruebas de función renal, electrolitos, glucosa.

GUÍA DE MANEJO DE URGENCIAS TOXICOLÓGICAS

Lecturas Recomendadas:

1. Olson K R. Poisoning & Drug Overdose. 5th Edition McGraw-Hill USA. 2007.
2. Hargreaves, et al. Marihuana: An Old Drug or a New Medicine?: Marihuana and Pain. The Clinical Journal of Pain. 2000 Lippincott Williams & Wilkins.
3. NIDA Instituto de Drogas de Abuso de Estados Unidos. Intensifies Focus on Marijuana Abuse. Vol. 20, No. 1 (August 2005) By NIDA Director Nora D. Volkow, M.D. Info facts. www.drugabuse.gov April 2006.
4. Patrick Zickler. Cannabinoid Antagonist Reduces Marijuana’s Effects in Humans. NIDA Staff Writer. Vol. 17, No. 3 (October 2002). Study Demonstrates That Marijuana Smokers Experience Significant Withdrawal. NIDA Staff Writer Vol. 17, No. 3 (October 2002).
5. Piola J. C., Marihuana. Sertox – Servicio de Toxicología del Sanatorio de Niños. https://www.sertox.com.ar/es/info/investigaciones/ 2000/003_adicciones
6. Escobar, et ál. Influencia de la cocaína y la marihuana en los procesos neurogénicos en dos zonas específicas del cerebro: hipocampo y bulbo olfativo. limaesto@ hotmail.com
7. Téllez. J. A. Guía clínico-toxicológica “Toxicología de la cocaína”. Agosto 2004.
8. Izaguirre C. Presidente Asociación Antidrogas de la República Argentina www. drwebsa.com.ar/aara https://personales. clipsite.com.ar/IZAGUIRRE/IZAGUIRRE. Htm
9. Contreras C. M. et ál. Efectos Adversos de los Canabinoides. Salud Mental Vol. 26 No. 6 Diciembre 2003 México, págs. 62- 75. Redalyc.
10. Bravo P. A. Prevalencia de sustancias psicoactivas asociadas con muertes violentas en Cali. Corporación Editora Médica del Valle. Colombia Médica. 2005; 36: 146- 152 (Julio-Septiembre).
11. Marijuana: Facts Parents Need to Know. National Institute on Drug Abuse. National Institutes of Health U.S. Department of Health and Human Services. Revised November 2002, September 2004.
12. Pascual J. R., Fernández B.L. Consideraciones Generales sobre Drogas de Abuso Centro de Toxicología y Biomedicina. Artículos de revisión Medisan 2002;6(4): 58-71.

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