Experiencia en la Medición de la Informalidad en el Mercado Laboral Ecuatoriano

medición de la informalidad

8.1 Medición de la Informalidad Urbana sobre la Base del Número De Ocupados de los Establecimientos

Claudio Gallardo – Medición de la Informalidad
Departamento de Estadísticas de Hogares del INEC

En el Ecuador se han realizado Encuestas periódicas sobre mercado laboral desde el año 1987; en que se inició la medición en las tres ciudades de mayor tamaño del país: Quito, Guayaquil y Cuenca.

A partir de 1988 se extendió la medición a todo el territorio continental ecuatoriano. Es decir, las tres regiones naturales: Costa, Sierra y Oriente; y adicionalmente con dominios de representatividad para las ciudades de Quito, Guayaquil, Cuenca y Machala; pero sólo para el área urbana.

Las investigaciones se realizaron con diferentes tamaños de muestra.

Las cuales han variado entre 6 000 y 14 000 viviendas; conservando siempre la representatividad de los dominios de estudio que son: las ciudades autorrepresentadas de Quito, Guayaquil, Cuenca y Machala, resto Costa, resto Sierra y Amazonia. La investigación cubrió el área rural únicamente en los años de 1990, 2000 y 2001.

El tema del mercado laboral tiene su mayor expresión en las cifras del desempleo y por esta razón; el mayor cuidado se pone en las variables que explican este hecho antes que en las del empleo.

Sin embargo, siguiendo los lineamientos de la OIT y las buenas prácticas de otros países latinoamericanos en la medición de la informalidad; en el Ecuador se calificó como mano de obra del sector informal a aquella que labora en establecimientos de 1 a 5 trabajadores como máximo.

Adicionalmente y con el tamaño mencionado como primera condición; se excluyeron de esta calificación de informalidad a aquellos ocupados que pertenecen a establecimientos; en los que su rama de actividad los caracteriza como sector moderno de la economía. Así como a los grupos de ocupación que se clasifican como profesionales; por tener un nivel de instrucción superior.

Con estos criterios de la medición de la informalidad, se calificó a la mano de obra utilizando el tamaño del establecimiento; y la pertenencia a grupos de ocupación o ramas de actividad de exclusión automática.

8.1.1 Los resultados históricos de la medición de la informalidad

Por la proporción que los ocupados en la medición de la informalidad urbana constituyen en la mano de obra; se puede observar que la tendencia más bien muestra una regularidad, con pocas variaciones; del 40% al 45%.

Que obedecen más bien a factores que no alteran considerablemente la estructura de la oferta en el mercado laboral ecuatoriano. Aún más, la caída de 1997 puede deberse a alteraciones de la medición de la informalidad; antes que a modificaciones en la estabilidad del mercado de trabajo.

Si hacemos abstracción del punto en 1998, la variación de las tasas de la medición de la informalidad, no muestra cambios de importancia. El tamaño de establecimiento de 1 a 5 es estático y la dinámica del mercado no ha exigido un cambio en las proporciones; la cual emite una señal inequívoca de que el sector formal no logra expandirse y; por el contrario requiere de la informalidad para estabilizar el mercado de trabajo.

Gráfico 8.1 Ecuador. Evolución porcentual del sector informal 1993 – 2002

8.1.2 La recomendación de la CIET de 1993 en la medición de la informalidad

La Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo CIET; realizada en Ginebra en 1993, suscribe entre sus recomendaciones; una que se refiere a incorporar elementos de legalidad en el funcionamiento de las empresas; y establecimientos para la calificación y medición de la informalidad.

Ecuador como toda América Latina se acogió a la recomendación con cautela; ya que se había interiorizado en los países el criterio del tamaño del establecimiento como el único susceptible de medirse objetivamente para el corte de la informalidad.

En los últimos años los países miembros y la Secretaría Técnica de la Comunidad Andina de Naciones – CAN -, con el apoyo técnico y financiero de la cooperación francesa decidió adoptar una metodología que apoyaría la medición del sector informal denominada 1-2-3, recogiendo todas las recomendaciones de la CIET de 1993, para la cuantificación del sector informal.

8.1.3 Las encuesta 1-2-3 en Ecuador (fases 1 y 3)

Una vez que los países miembros de la Comunidad Andina deciden adoptar la nueva metodología y se comprometen al cálculo de la informalidad por este nuevo enfoque, en Ecuador se incorporan variables de prueba en la Encuesta de Trabajo Infantil y Empleo, Subempleo y Desempleo que se realizó en agosto de 2001, con las preguntas sobre:

– Tipo de contabilidad que lleva el establecimiento
– Tipo de registros o permisos institucionales legales para su funcionamiento.
– La tenencia del Registro Único de Contribuyentes – RUC, que garantiza el pago de tributación al Servicio de Rentas Internas.

Las preguntas se aplicaron a los trabajadores por cuenta propia y familiares no remunerados, a los patronos y a los asalariados de empresa privada. Los resultados no fueron satisfactorios en cuanto a algunas de las variables, pero sirvieron para depurar el tipo de preguntas que debían captar información suficiente para la calificación de informalidad.

Para la Encuesta de noviembre de 2002, se incorporaron únicamente las preguntas sobre:

  • Tipo de contabilidad que lleva el establecimiento
  • El registro único de contribuyentes RUC y
  • Se conservó el tamaño de establecimiento medido en cantidad de ocupados.

Adicionalmente, en la EMENDU – 2002, se incorporó la fase 1 de la metodología, la que consistió en preguntas de registro del nombre del establecimiento, nombre del administrador o propietario, dirección del establecimiento, con lo cual se esperaba construir un marco muestral de establecimientos informales para su posterior investigación en la fase 2.

La fase 3 se incluyó en la Encuesta de Ingresos y Gastos que se lleva a cabo desde marzo del 2003 a febrero del 2004. Cuya información se espera que permita el análisis sobre la realización de las mercancías producidas en establecimientos informales, se insertaron preguntas sobre el lugar de compra de los bienes y servicios.

8.1.4 La medición de la informalidad y de la información según la nueva recomendación

Para 2002 las preguntas mencionadas en el acápite anterior se realizaron a los trabajadores por cuenta propia y familiares no remunerados, a los patronos y a los asalariados de empresa privada de todos los establecimientos sin excepción, es decir, independientemente del número de trabajadores con que opera.

Los primeros resultados mostraron que los establecimientos de más de 50 trabajadores no tenían condiciones de informalidad. En el país, la instauración del nuevo Servicio de Rentas Internas y los controles que ejerce obligan a la formalización de estos establecimientos. Adicionalmente en el caso de los asalariados de la encuesta de empleo, de la cual se utiliza la información, ella no se realiza con la metodología de informante directo en todos sus capítulos, pues no conocen a ciencia cierta la clase de contabilidad que llevan, por ello se encontraron resultados residuales de falta de registro único de contribuyentes y contabilidad incompleta, por lo que se optó por aislar esos casos para efectos del análisis.

8.2 Resultados Según el Nuevo Enfoque

Con los antecedentes anotados se procedió al procesamiento de la información sobre la base de la población ocupada en establecimientos de hasta 50 trabajadores. El grueso del trabajo informal está en establecimientos de 1 a 5 trabajadores (88%), y de 6 a 10 (7,7%). Sólo el 4,2% laboran en establecimientos de 11 a 50 trabajadores, que son los que se investiga en el INEC a través de las encuestas económicas.

Con esta distribución, el análisis de la información se centrará en las características generales de la población y no tanto en la distribución por tamaño de establecimiento, pudiendo en el futuro recomendarse el análisis a partir únicamente de los establecimientos de 1 a 10 trabajadores que cubrirían el 95,8% del total de la mano de obra informal. En el Ecuador, en los establecimientos de hasta 50 trabajadores – exceptuando los del Estado -, el 71% de la mano de obra ocupada labora en establecimientos informales.

Según el tamaño del establecimiento – medido en cantidad de trabajadores – la proporción de mano de obra que ocupa es inversa al tamaño, así, en los establecimientos de 20 a 50 trabajadores sólo el 17 % de la mano de obra que ocupa este tipo de establecimientos está en condición de informalidad.

Clasificada por sexo, el 60% de los ocupados del SIU son hombres y 40 % mujeres. Estas cifras guardan proporciones cercanas a la distribución del total de ocupados en el país que es de 62% y 38%, respectivamente.

Cuadro 8.1 Ecuador. Estructura de ocupados informales, según sexo 2002

La tasa nacional urbana de informalidad del 55%, comparada con la que tradicionalmente se obtenía a través del cálculo sobre el total de establecimientos con menos de 6 trabajadores (gráfico 8.1), que para el 2002 era del 44%, es relativamente alta debido a la inserción de establecimientos de hasta 50 trabajadores.

8.2.1 Las principales actividades económicas en el sector informal

La distribución de la PEA ocupada en el sector informal muestra una clara tendencia a ubicarse en el sector del comercio 33,8%, la manufactura ocupa sólo el 14% de la mano de obra informal, luego le sigue en importancia porcentual, el servicio doméstico en los hogares.

La distribución de la mano de obra según el sexo de las personas, muestra la masculinización de ciertas actividades económicas. En construcción, el 96% corresponde a hombres; para el transporte el 95%, así como en la agricultura y la manufactura.

En cuanto a la participación de la mujer en la construcción, es importante aclarar que en Ecuador las mujeres, niños y jóvenes trabajan como peones (o ayudantes) de sus esposos o padres, pero este trabajo se invisibiliza ya que generalmente no es declarado como tal por ellas ni por sus cónyuges o padres.

8.2.2 La relación de dependencia de los ocupados informales

Otras de las cifras importantes para la caracterización del sector informal es la constitución de las relaciones del trabajo, tanto entre agentes de la producción y de éstos con los medios de producción.

En estas relaciones se evidencia la calidad del trabajo de las personas y las soluciones que la sociedad y el propio mercado le han encontrado a la desocupación y a la generación de ingresos.

Los trabajadores por cuenta propia, o sea, quienes no tienen relación de dependencia y sus familiares no remunerados, constituyen la mayoría de la mano de obra con el 57,3% del total. El otro rubro importante es el de asalariado privado que constituye un 27,5% y los patronos (en pequeñas empresas familiares o microempresas en su mayoría) representan sólo el 7,3%.

Las cifras demuestran que el sector informal del mercado de trabajo se dinamiza por medio de la autogeneración de empleo, mientras el sector formal no está en capacidad de absorber el ingreso de mano de obra nueva y menos aquella forzada a ingresar al mercado laboral por la crisis económica.

Por sexo, el 50,3% de las mujeres trabaja por cuenta propia, el 18% corresponde a empleadas domésticas y sólo el 14% de ellas, a asalariadas en el sector privado; esto significa que el trabajo al que acceden es autogeneración de empleo o como ayudantes familiares en su mayoría.

Entre los propietarios de su propio negocio o establecimiento – los patronos -, las mujeres representan la mitad de los hombres, lo cual es un indicador del menor acceso de ellas a la tenencia de los medios de producción.

8.2.2. Los niveles de instrucción de los ocupados del SIU

La informalidad tiene su correlato en la calidad del trabajo cuando se analizan los niveles de instrucción de la mano de obra de establecimientos informales, que son inferiores comparativamente con los del sector formal. El nivel de instrucción superior, por ejemplo, está mayoritariamente en el sector formal, mientras que los ocupados que poseen los niveles primario y secundario están mayoritariamente en el SIU.

8.2.3 Las jornadas de trabajo de la informalidad

El sector informal urbano del mercado laboral tiene algunas particularidades en cuanto a las jornadas de trabajo, por un lado, existe una gran cantidad de mano de obra ocupada que labora pocas horas, jornadas pequeñas que combina con otras actividades (estudios, quehaceres del hogar etc.), y por el otro, ocupados con jornadas extenuantes requeridas para lograr ingresos suficientes para el hogar.

El 46% de la mano de obra trabaja más de las 40 horas legalmente establecidas; el 33% labora menos de dicha norma y sólo el 21% trabaja las 40 horas legales.

Si observamos la duración de la jornada por sexo, las mujeres constituyen la mayoría de quienes trabajan jornadas menores de 40 horas, es decir, jornadas combinadas con quehaceres del hogar. En los rangos de jornadas más largas son los hombres los que trabajan más horas para completar sus ingresos. Esta distribución tiene que ver con factores culturales de dobles roles (reproductivos y de mercado) asignados a las mujeres.

8.2.4 La informalidad en la ocupación secundaria

Con la finalidad de complementar los ingresos del trabajo, la población recurre a realizar tareas complementarias a las de su ocupación principal. Conceptualizada esta segunda actividad como ocupación secundaria bajo el criterio de que a ella le dedica menos horas en la semana con relación a su ocupación principal. Los ocupados que ejercen esta segunda ocupación lo hacen en el sector formal o informal del mercado laboral y representan el 42% de la totalidad de los ocupados SIU, o sea, 78 201.

Cuadro 8.2 Ecuador. Ocupación secundaria y principal 2002

En esta segunda ocupación, la población se dedica a la autogeneración del empleo básicamente que, sumados a los trabajadores familiares no remunerados constituyen el 81,7%, lo que denota que es una población que se dedica a negocios o a la prestación de servicios personales que le permite complementar sus ingresos.

8.3 Algunas Conclusiones de la Medición de la Informalidad

Del análisis de la información presentada se pueden resaltar algunos aspectos importantes:

  1. El Sector Informal Urbano SIU en el Ecuador ha tenido históricamente un tamaño definido y sin mayores variaciones.
  2. La connotación anterior muestra que el mercado laboral ecuatoriano no ha sufrido alteraciones en su estructura relativa entre sectores formal e informal, y sugiere la poca o ninguna capacidad de la formalización del mismo.
  3. El nuevo enfoque metodológico de la medición de la informalidad eleva la proporción de la mano de obra que se ocupa en establecimientos informales.
  4. Los ocupados del sector informal se dedican básicamente al comercio y los servicios personales en relación de independencia laboral preferentemente.
  5. Las jornadas de trabajo son extremas; por un lado, muy cortas pues son complemento de otras actividades cotidianas y; por otro, excesivamente largas por su baja productividad para complementar sus ingresos.
  6. En el sector informal labora gran cantidad de mujeres, producto de su doble rol (reproductivo y de mercado). Demostrando un acceso discriminatorio al mercado de trabajo de la mano de obra femenina.
  7. La ocupación secundaria rebasa por mucho a la principal; en la proporción de mano de obra que se dedica a laborar en el sector informal por cuenta propia.
  8. Finalmente, la medición del SIU con el nuevo enfoque; ha demostrado en el Ecuador que llega a resultados consistentes; pues sus indicadores están dentro de los parámetros que teóricamente se espera del sector informal en los países miembros de la Comunidad Andina de Naciones; por lo que será necesario continuar con esta metodología para llegar al análisis tendencias de sus magnitudes.
Anterior Siguiente

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *